lunes, 27 de noviembre de 2017

Disponibilidad de alimentos en México

Recientemente concluí de leer un libro muy interesante, titulado, "Seguridad y soberanía alimentaría en México, análisis y propuestas de política". Comparto una reseña de los datos más relevantes y algunas propuestas particulares que considero pertinente para contribuir con la autosuficiencia alimentaria en México.

Portada del libro "seguridad y soberanía alimentaria en México"
contenido del libro 
Contenido del libro 
El libro está dividido en nueve temas, relacionados con seguridad, soberanía e inseguridad alimentaría, producción agroalimentaria, situación y perspectivas de la producción de maíz, frijol, trigo, hortalizas de exportación y un análisis de la carne bovina. Fue escrito por varios autores, pero las compiladores son la Dra. Rita Schwentesius Rindermann y la Dra. Alma Velia Ayala Garay.

Producción de maíz en sistema agrícola tradicional
De acuerdo con la FAO (1999) la "autosuficiencia alimentaria", consiste en producir los alimentos propios de una nación para "satisfacer sus necesidades alimenticias". En México, no se a logrado este propósito en algunos alimentos básicos principalmente, como el maíz y el frijol. Sin embargo, en maíz lo que se importa (24% aproximadamente en 2013) es maíz amarillo destinado para el sector pecuario, no para consumo humano, pero en ocasiones ese propósito, no siempre se cumple.
Representación gráfica  del comportamiento de la autosuficiencia alimentaria en México de 1961-2013
Fuente: FOSTAT, 2014. 
El consumo per cápita de algunos alimentos básicos como el jitomate, chile, papa y frijoles a sido muy variado. El frijol presentó un crecimiento ligero a partir de 2011 en consumo por persona al año.

Representación gráfica del comportamiento del consumo per cápita de algunos alimentos básicos en México de 1961-2013.
Fuente: FAOSTAT, 2014.

Algunas frutas de clima cálido húmedo, también han presentado un consumo variado. La principal fruta que se consume de esa región, son las naranjas.

Representación gráfica del consumo per cápita de algunos frutos de clima cálido húmedo en México de 1961-2013.
Fuente: FOSTAT, 2014.
La situación en frutas de clima templado no es diferente. Entre las principales frutas que se consumen de está región son: manzana, uvas, durazno, pera y ciruelos. A partir de 2011, el consumo de durazno tiende a crecer.

Representación gráfica del comportamiento del consumo per cápita de frutas de clima templado en México de 1961-2013.
Fuente: FOSTAT, 2014. 
La naranja y la manzana son las principales frutas consumidas en México.

Representación gráfica del consumo per cápita de manzana y naranja en México de 1961-2013.
Fuente: FAOSTAT, 2014. 
Sin embargo, las importaciones de manzana a México tienden a crecer anualmente y es una de las frutas que más se importa, junto con los duraznos, las peras y las uvas.

Representación gráfica del comportamiento de las importaciones del algunas frutas a México de 1961-2013.
Fuente: FAOSTAT, 2014. 
Dentro del grupo de los pastos, la caña de azúcar es la que más se consume. Su consumo no solamente tiene el objetivo de endulzar bebidas cotidianas, sino gran parte de la producción nacional y consumo está destinado al sector industrial, utilizado como edulcorantes de refrescos.

Representación gráfica del consumo de cereales y leguminosas en México de 1961-2013.
Fuente: FAOSTAT, 2014.
El problema de la producción de alimentos en México está asociado con factores socioeconómicos, políticos, de intereses particulares y ecológicos. De acuerdo con los autores, a partir de 1982, el "sector agroalimentario" tuvo un enfoque empresarial, como parte de las políticas neoliberales. Se calificaban cerca de 5.5 millones de unidades de producción. De esas superficies, se han abandonado 1.8 millones. Aproximadamente el 11% dispone de agua para regar sus cultivos agrícolas. El minifundio sigue siendo predominante, 66% de los agricultores tienen menos de 5 ha y cerca del 60% tiene menos de 3 hectáreas.

De acuerdo con el CONEVAL, entre 2010 y 2012 la pobreza rural en México, incrementó 1% aproximadamente. "La pobreza alimentaria es entendida como la incapacidad de adquirir alimentos de la canasta básica".

Aunado a ello, el modelo neoliberal promovido por la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Mundial, promueven la "seguridad alimentaria", pero mediante la importación de productos alimenticios más económicos. Desafortunadamente, esto tiende a minimizar el derecho a la producción de alimentos propios.

México cuenta con una gran diversidad de climas en donde se pueden establecer plantaciones de árboles frutales caducifolios como la manzana, durazno, pera, etc. Se pueden ajustar las cosechas a la demanda de los consumidores mediante técnicas de desfasamiento de cosecha, utilizando cultivares con bajo requerimiento de unidades frío, asociado con labores culturales. Así se pueden obtener cosechas fuera de temporada. Las técnicas de cosecha no están restringido a frutales templados, sino también se pueden hacer con algunos de clima cálido húmedo como en mango, cítricos, etc.

Los sistemas agrícolas tradicionales son otra alternativa para contribuir con la soberanía alimentaria en México. Contribuyen con la diversidad de cultivos agrícolas y aprovechamiento de plantas silvestres para diferentes fines, y con altos rendimientos si se consideran todos sus productos. Por ello, creo que es indispensable promover su potencial, diseñando políticas publicas pertinentes para esté sector agrícola, y no ignorando los subsidios, que en su mayoría se asignan para la agricultura empresarial y/o de monocultivo, con la justificación de que ese sector es el que genera divisas para México, al exportar sus productos agrícolas.

El libro lo pueden conseguir a un precio de $ 150.00 pesos en el Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial (CIESTAAM) de la Universidad Autónoma Chapingo y los sábados los tienen disponible en el tianguis orgánico de la misma Universidad en el pueblo del Cooperativo, Texcoco, Estado de México.


Literatura de interés 

Acuña R., O. y M. Meza C. (2010). Espejos de la crisis económica mundial. La crisis alimentaria y las alternativas de los productores de grano básico en México. Nueva Época 23(63): 189-209.

Rodríguez, G. (2007). Imaginar la soberanía alimentaría y las oportunidades para las agriculturas del México globalizado. Desacatos 25: 101-114.

Soría S., G. y V. H. Palacios M. (2014). El escenario actual de la alimentación en México. Textos & Contextos 13(1): 128-142.

Urquía F., N. (2014). La seguridad alimentaria en México. Salud Pública de México 51(1): 592-598.

martes, 31 de octubre de 2017

4o Congreso Nacional de Turismo Rural

La próxima semana se llevará a cabo el 4o Congreso Nacional de Turismo Rural en Yucatán, organizado por el Colegio de Postgraduados, Campus Córdoba, y la Universidad Autónoma de Yucatán. Tiene dos sedes, Mérida y Tzucacab.

Pueden consultar el programa o comunicarse a través de la página Facebook del evento. El correo-e para información es congresoturismorural@correo.uady.mx.





lunes, 30 de octubre de 2017

Linaloe, entre el olvido y la destilación

Festival del Día de Muertos en Mixquic. Foto de Jordi Cueto-Felgueroso Arocha

En la idiosincrasia del mexicano es raro prescindir de sabores y olores, y más cuando se trata de comidas y tradiciones. Un ejemplo de esta aseveración es la festividad en honor a los difuntos, en donde se degustan, primero por los seres del más allá y posterior, de los del más acá, una serie de alimentos y bebidas. Otra cosa importante que es imposible no experimentar en esas fechas, es el olor a copal quemado, el cual produce un humo que se expande, se desplaza y entra por nuestras narices que retiene una sensación de nostalgia colectiva.

Individuo de Bursera bipinnata que ha sido calado para la generación de resina y su posterior extracción en Morelos.

En México, cuando se habla de “copal”, nos referimos popularmente a un grupo de resinas que se queman el día de muertos. Generalmente provienen de especies del género Bursera, de la sección Bullockia, pero en especial del copal chino (Bursera bipinnata). Dentro de la misma familia Burseraceae y el género Bursera, existe otra sección Bursera, cuya diferencia radica principalmente en su corteza exfoliante con respecto a la primera, que es lisa.

Representante de una especie perteneciente a la sección Bursera.

Según datos de Montaño et al. (2008) actualmente se han descubierto un poco más de cien especies del género Bursera, distribuidas desde el suroeste de los EUA hasta el noroeste de América del sur. En México se encuentran 80 endémicas; su hábitat por excelencia es la selva baja caducifolia.

Habitante de Chimalacatlán, Morelos recolectando frutos de linaloe.
Frutos de linaloe recién colectados para su destilación en alambiques rústicos en Chimalacatlán, Morelos.

Pero ¿Te imaginas un copal cuya “resina” emanada huela a lima-limo?

Su nombre común es linaloe (Bursera linanoe (La Llave) Rzed., Calderón & Medina) y fue esto lo que atrajo mi atención. Indagando en bibliografía y entrevistando a expertos para un trabajo de investigación, me di cuenta que detrás de ello se encuentra una larga y triste historia que puede tener un final trágico: la reducción casi irreversible de las poblaciones naturales de linaloe, que se debe principalmente a:

a) El cambio de uso de suelo, causado por las actividades humanas, entre ellas la agricultura de roza-tumba-quema, ganadería y la producción de forrajes (Cortés et al. 2013).

Espacio recién abierto mediante la técnica roza-tumba en Xochipala, Morelos, para el sistema tlacolol y que representa una amenaza seria para linaloe.

b) La sobreexplotación. La linaloe es considerado como un recurso complementario a la economía de los campesinos, sin embargo, en Olinalá, Gro. ha logrado ser la principal actividad económica (Jiménez, 2008) con la utilización de la madera para artesanías, y actualmente el fruto para destilación de aceite. Cabe destacar que esta artesanía se encuentra protegida legalmente con denominación de origen.

Cajita de Olinalá elaborada con linaloe y escudo de la comunidad Olinalá, Guerrero; se puede observar en este último la representación de una cajita en la parte inferior. Ocupa esa posición por su alto valor cultural y económico de ese municipio. Fotos: Wikipedia.


c) La baja regeneración natural reportada en Oaxaca, Puebla y Guerrero por Castellanos et al. (2009), en donde las poblaciones observadas están severamente afectadas y reducida.

d) Se ha encontrado que linaloe tiene ciertos patrones ecológicos con los que de manera paralela ha evolucionado, como lo es la distribución agregada debido a que depende de los sitios seguros que le confiere una planta o roca nodriza, así como de la polinización de insectos y murciélagos, y la distribución de los frutos por aves. Además hay un alto porcentaje de partenocarpia.

Frutos de linaloe con embriones no desarrollados, considerados como partenocarpios.


Individuos de linaloe que han crecidos presuntamente bajo el efecto de sitio seguro facilitado por las rocas.

e) A inicios del siglo XX, mencionan Hersch & Sierra (2008), que un grupo de ingleses se llevaron de México plantas y semillas a la India para establecer plantaciones para extracción de aceite, y que posteriormente se convirtió en el principal proveedor de Europa (a ese aceite se le conoce comercialmente como “lavanda de la India” y se ocupa como esencia aromática para cosméticos).  Junto con la caída de la demanda del aceite de linaloe y la clara disminución de las poblaciones silvestres, en México se dejó prácticamente de aprovechar como tal.
Presentación comercial de aceite de linaloe, en el sitio naturalmedicinefacts.info se enumeran hasta 89 actividades biológicas del producto.
Añadimos a esto, que la especie no se encuentra en alguna categoria de amenaza por parte de la NOM-059-SEMARNAT-2010 o de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y cuya investigación se limita a un número reducido de especialistas. Podemos decir, que continando las tendencias, el futuro de la especie es incierta y el aprovechamiento sostenido cada vez será más difícil de alcanzar.


Para más información

En Cuexcomate:



Bibliografía

Castellanos B., J. F.; M. Gómez C.; E. Cruz C.; V. Serrano A.; F. Solares A.; D. Vargas Á.; S. Orozco C.; V. Mariles F.; M. E. Fuentes L.; A. Borja de la Rosa y D. Ayerde L. 2009. Caracterización silvícola de poblaciones naturales de linaloe en Guerrero, Oaxaca y Puebla. En: Fundamentos técnicos para el manejo de poblaciones naturales de linaloe (Bursera linanoe (La Llave) Rzedowski, Calderón y Medina) en México. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, Centro de Investigación Regional Pacífico Sur, Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca. Oaxaca. p. 85-108.

Cortés D., E.; A. Hernández T.; L. Corlay C.; J. L. Zaragoza R.; P. A. Martínez H.; J. A. Cruz R.; B. Rodríguez C.; y G. T. González B. 2013. Programa Académico para el Apoyo al Desarrollo Rural Integral de las Comunidades de la Sierra de Huautla. Centro Regional Universitario del Anáhuac. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Edo. de México. México. 20 p.

Hersch M., P. y J. A. Sierra H. 2008. Más allá del aroma: breve historia del linaloe. En: Purata, S. E. (Ed.). 2008. Uso y manejo de los copales aromáticos: resinas y aceites. CONABIO/RAISES. México. 20-22: 60 p

Jiménez R., D. 2008. Linaloe, aromático tesoro. Matria, nuestro territorio. Suplemento de La Jornada de Oriente no. 18 (agosto 2008). 12 p

Montaño A., G.; D. N. Espinosa O. y F. Becerril C. 2008. ¿Qué son y dónde viven los copales?. En: Purata, S. E. (Ed.). 2008. Uso y manejo de los copales aromáticos: resinas y aceites. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad-Red de Aprendizaje, Intercambio y la Sistematización de Experiencias hacia la Sustentabilidad (RAISES). México. 60 p.

lunes, 23 de octubre de 2017

El arbusto de cubata (Acacia spp.): una opción para la alimentación de ovinos y caprinos en la Mixteca Baja de Puebla

El arbusto de cubata (Acacia spp.) dentro de la selva baja caducifolia

Hace algunos años cuando llegué a trabajar a la Mixteca Baja poblana, observé que las hojas y las vainas de un arbusto llamado cubata eran muy apetecidas por los chivos (caprinos) y borregos (ovinos). Es una región donde predomina vegetación de selva baja caducifolia (es decir árboles no muy altos y arbustos que durante una época del año pierden sus hojas)

La cubata crece y se desarrolla muy bien, formando poblaciones muy densas llamadas cubateras, dentro de la selva baja. Al podarlas durante la estación lluviosa rebrotan y producen un follaje muy buscado por los animales. En la época seca cuando todos los árboles han perdido sus hojas, las vainas de éste arbusto, que se encuentran en cantidades considerables en la parte superior, maduran y caen al suelo gradualmente, y durante un par de meses los chivos y borregos se alimentan de las que van cayendo.

Cabras pastoreando áreas de cubateras durante la época de estiaje en la Mixteca poblana


Cabra consumiendo vainas de cubata en la época seca en la Mixteca poblana

Así que con algunos estudiantes de Zootecnia del Instituto Tecnológico de Tecomatlán, emprendimos algunas investigaciones muy modestas en relación al valor nutrimental y utilización del arbusto de cubata en la alimentación de ovinos y caprinos, las cuales de manera breve presento a continuación.


Características de la cubata

Las cubatas son arbustos de la familia de las leguminosas (es decir que su fruto es una legumbre o vaina como en el frijol) que se utilizan como forraje y leña.

En nuestra región se han identificado dos especies: Acacia pennatula (Schltdl. & Cham.) Benth. y Acacia cochliacantha Humb. & Bonpl. ex Willd. (estas cambiaron nombres recientemente, y ahora se llaman Vachellia pennatula (Schltdl. & Cham.) Seigler & Ebinger y Vachellia campechiana (Mill.) Seigler & Ebinger, respectivamente).  La que predomina en la región es A. cochliacantha, por lo que es la que nos referimos a continuación.

Éste arbusto presenta alturas de 1.8 a 4.2 m y una copa de 2.7 a 6.4 m de ancho. Es espinoso, con hojas bipinadas de 8 a 12 cm; las flores amarillas están agrupadas en cabezuelas y tiene una vaina de 10 a 15 cm de longitud, casi cilíndrica.

Hojas bipinadas de la cubata 
Vainas del arbusto

Producción de forraje

Algo que interesa mucho en los forrajes es conocer la cantidad total de hoja que produce. Así que se cortaron algunos arboles, se pesaron las hojas verde y después se secaron. El peso de las hojas frescas fue de 1.1 a 6.0 kg por árbol, mientras que el de las hojas secas (materia seca) fue de 0.62 kg a 3.5 kg por árbol  (González, 2010).

El rendimiento de materia seca que se ha estimado en bancos de proteína (plantaciones compactas de leguminosas forrajeras establecidas para obtener proteína para los animales) de cubata, sin manejo agronómico ha sido de 3200 a 5100 kg de forraje seco por hectárea (Pablo, 2006).

Comunidades vegetales de cubata (cubateras)

Valor nutrimental

Otro aspecto que se evaluó fue el contenido nutrimental de este arbusto, ya que en un forraje no interesa solamente que produzca mucha biomasa sino que esta tenga los nutrimentos que requieren los animales.

Se tomaron muestras de hojas y vainas de ésta planta en varias comunidades de la región, las cuales se analizaron en el laboratorio. Se obtuvieron los siguientes resultados (González, 2010):

  • Las hojas tienen contenidos de proteína interesantes; pueden alcanzar valores de hasta 24% (de la materia seca), mientras que las vainas contienen alrededor de un 14%.
  • Los valores de fibra son elevados en las vainas con cerca de un 50% de paredes celulares, pero menor en las hojas (30% de paredes celulares en base a la materia seca).
  • La digestibilidad del follaje es regular, alrededor del 50% (es decir que esperaríamos que al proporcionársela a un animal se aprovechara la mitad y excretaría la otra mitad), aunque en las vainas la proporción digerida es menor.

Un arbusto de cubata en terrenos agrícolas abandonados

Usos en la alimentación de ovinos y caprinos

Los estudios finales consistían en ver como reaccionaban los animales al alimentarse con follaje y vainas de ésta planta.

Corderas y cabritas en crecimiento se introdujeron a un banco de proteína de cubata por 2 horas después del pastoreo para que consumieran proteína. Se compararon con otro grupo de animales del mismo tipo al que después del pastoreo se le proporcionaba alimento concentrado. Se demostró que las ganancias de peso eran similares de 80 a 90 g por animal por día en ambos grupos (Pablo, 2006).

En ovejas de pelo durante la gestación y lactancia, el acceso por dos horas a un banco de proteína de cubata igualó los resultados de la suplementación con concentrado comercial; el peso de los corderos al nacimiento fue de 3.2 kg, peso de los corderos al destete a los 2 meses de edad fue de 12 kg, con una ganancia diaria de peso de las crías de 140 g por día y una producción de leche en las ovejas de 700 g por día (Ignacio et al., 2007).

La vaina de cubata evaluada en la engorda de cabritos fue una buena opción ya que los cabritos que se alimentaron con una dieta con 20% de harina de ésta vaina tuvieron una ganancia diaria de peso de 125 g (González, 2010).


Conclusión

Desde el punto de vista nutrimental y productivo, se concluye que esta especie forrajera puede ser una buena opción de alimentación de ovinos y caprinos en regiones como la Mixteca Baja poblana.


Literatura citada

González B. G. 2010. Potencial forrajero del arbusto de cubata (Acacia spp.) para la alimentación de caprinos en la Mixteca Baja poblana. Tesis profesional, Instituto Tecnológico de Tecomatlán. 62 p.

Ignacio R., N, F. Mera Z. y G. Ortiz R. 2007. Comportamiento productivo de ovejas de pelo con acceso a un banco de proteína de cubata (Acacia spp.) en Tecomatlán, Puebla. Memorias del 4to. Congreso Forestal de Cuba, realizado del 17 al 20 de abril en la Habana, Cuba.

Pablo O. O. 2006. Potencial forrajero de la cubata (Acacia spp.) como banco de proteína para ovinos de pelo y caprinos. Tesis profesional, Instituto Tecnológico de Tecomatlán. 60 p.

viernes, 20 de octubre de 2017

Para una dulce sensación

Un tamalito de anís...

Tamalitos de anís

Recuerdo que cuando era pequeña, mi mamá solía hacernos tamalitos de anís. También se les conoce como cabezas de perro por la forma que tienen. Estos nos los hacía cuando deseábamos o teníamos antojo de un dulce. Era una forma de entretenernos. A pesar de ello son una dulce sensación cuando los pruebas, así que aún seguimos teniendo antojo de estos cuando nos encontramos lejos de casa.

Cuando volvemos a casa, le decimos a mi mamá que hay que hacer tamalitos de anís ya que tenemos un antojo de aquellos. Estos tamalitos se pueden consumir en cualquier momento, no importa la fecha u hora, aunque también se suelen elaborar mucho en día de muertos o en diciembre, temporada que se antoja un atole acompañado de un tamal.

La receta es muy sencilla y práctica, los ingredientes son:

  • 2 kg de masa de maíz
  • 100 gramos de anís
  • Azúcar al gusto
  • Aceite al gusto cuando ya se tiene buena consistencia

Primero se pone a cocer el maíz con cal, después se lava y se muele con el molino de mano o el molino eléctrico para obtener la masa. En un recipiente se pone la masa, se le agrega el anís, el aceite y posteriormente el azúcar. Todo se tiene que mezclar a mano.

Se coloca la masa, el anís y el aceite

Se le agrega azúcar al gusto

Todo se mezcla

Mezcla de los ingredientes

Ya cuando se tiene la masa lista, se envuelve en hojas de maíz y se amarran con tiras hechas de la misma hojas.

Se envuelve la mezcla en hojas de maíz
Después se ponen a cocer en una vaporera con un poco de agua a fuego lento, más o menos como 45 minutos.

Si tienes pasitas también se le pueden agregar y esto dará otro sabor, un poco más rico!

Para darle un sabor más agradable agrega pasitas
Listo: tienes los tamalitos de anís que puedes disfrutar.

Tamalitos de anís listos
Deliciosos!!!

miércoles, 18 de octubre de 2017

Elaboración de piloncillo tradicional en la Huasteca Veracruzana

En primavera de 2015 me encontraba en la fase final del que fuere mi primer trabajo profesional. En una de las últimas visitas de inspección que hacia a los agricultores tabacaleros de una de las comunidades más alejadas del municipio de Tantoyuca, Veracruz, me encontré a un agricultor y a su esposa preparando piloncillo de manera tradicional, aplicando una técnica rústica.

Moliendo caña de azúcar con un trapiche 
El piloncillo proviene de la caña de azúcar (Saccharum officinarum L.), y se cultiva en proporciones menores en la región, sembrada sobre orillas de estanques de tierra que hacen los campesinos de la Huasteca Veracruzana con el propósito de captar agua de lluvia para regar los cultivos agrícolas en temporadas de sequía.

Caña de azúcar cultivada sobre la orilla del cultivo de tabaco
La preparación de piloncillo inicia con la extracción del jugo de la caña de azúcar. Se hace con un trapiche y con tracción animal. Se introduce la caña de azúcar a uno de los orificios del trapiche. El animal va dando vuelta, jalando una palanca hecha de una madera larga, para que se muela la caña de azúcar y extraiga el jugo.

Introduciendo la caña de azúcar en el trapiche
Arreando el burro para extraer el jugo de la caña de azúcar
Posteriormente se hierve el jugo para evaporar la mayor parte del agua. Esto se logra a través de un horno tradicional de tierra elaborado por los campesinos.

Horno de tierra para la elaboración de piloncillo 
Parte superior del horno 
Después se va separando la melaza que se va formando, producto de este proceso, para solo quedar la parte concentrada del jugo de caña de azúcar.

Separación de melaza 
Selección del liquido para la elaboración del piloncillo
Una vez logrado el liquido concentrado para la elaboración de piloncillo se incorpora a unos moldes para que adquieran una forma de cono truncado

Moldes para hacer piloncillo
Cuando la sustancia liquida enfría adquiere un estado solido y esta listo para ser usado. 

Piloncillos listos para ser usados 
El piloncillo es sustituto del azúcar refinada en algunas de las comunidades indigenas de la Huasteca Veracruzana. Se utiliza no solo para endulzar bebidas de consumo, sino también como ingrediente para la elaboración de pan.

Para leer más 

Aguilar, N. (2010). La caña de azúcar y sus derivados  en la Huasteca, San Luis Potosí, México. Diálogos, Revista Electrónica de Historia 11(1): 81-110. 

Castro M., C. (2014). Proyecto de inversión para la producción de piloncillo en el municipio de Alto Lucero, Ver. Tesina. Licenciado en Administración. Universidad Veracruzana. Xalapa-Enriquez, Veracruz. 120p. 

Méndez C., V., P. Elorza M., J. M. Mururi G.,  O. Elorza M., y C. E. Martínez S. (2013). Plan de exportación de piloncillo de la zona norte de Veracruz hacia los mercados de California y Texas, USA. Revista Científica Biológico Agropecuaria Tuxpan 1(1): 27-38.   

Rodríguez, G., H. García, Z. Roa D. y P. Santacoloma (2004). Producción de panela como estrategia de diversificación en la generación de ingresos en áreas rurales de América Latina. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 80p.

martes, 17 de octubre de 2017

¿Quién sabe de plantas medicinales y por qué?

El paisaje de Santiago Camotlán en la Sierra Norte de Oaxaca
Las plantas medicinales son importantes en muchos ambientes, incluso urbanos, pero más en áreas rurales. A veces se piensa que es porque
Mónica con uno de sus guías en la selva de Camotlán
no hay acceso a servicios médicos modernos. Pero se observa que en todo el mundo todavía se recurre a las plantas curativas, especialmente en el campo. Puede haber varias razones: a menudo es más sencillo recurrir a una planta para padecimientos leves que viajar hasta un consultorio o una clínica. Pero, también puede haber otros factores.

Mónica Pérez Nicolas, egresada del posgrado en Botánica y alumna mía, acaba de publicar una parte de los resultados de su tesis de maestría. Trata sobre los factores que influyen en el conocimiento y el uso de plantas medicinales en una comunidad zapoteca enclavada en la Sierra Norte de Oaxaca, que se llama Santiago Camotlán. Este pueblo estaba aislado durante siglos; inició su entrada al mundo moderno en los años 1990. Ahora tiene carretera pavimentada, drenaje, internet, televisión, escuelas y clínica.

Ella entrevistó primero a los especialistas de varios tipos e identificó las plantas que ellos usaban. Luego, hizo una entrevista a una muestra aleatoria de la población, para saber cuáles de estas especies conocía.

Resulta que las personas sí acuden comúnmente a la clínica para la mayoría de sus padecimientos. Pero, hay enfermedades "que el médico no cura", como son el susto, así que enfermedades comunes, sobre todo los que tienen que ver con el sistema digestivo. La siguiente gráfica muestra el número de especies medicinales que se usan para cada tipo de enfermedad:


La edad fue el factor que más influyó en el conocimiento - no solo en el número, sino también en el tipo de plantas conocidas. Es lógico que personas mayores sepan más. Luego siguió en importancia la actividad económica (personas más ligadas al campo saben más) y, marginalmente, género (mujeres saben un poco más). Curiosamente, el nivel socioeconómico o la habilidad de hablar o no un idioma indígena no jugaron un papel en esta población.

Doña Eloísa preparando un remedio (Foto: M. Pérez)

Mónica también encontró algunos jóvenes que sabían bastante, generalmente por interés propio - una era biologa, otra tenía parientes curanderos, otra pareja aprendió de unos vendedores ambulantes de medicinales (estos últimos no tan jóvenes). También fue importante el papel de los empleados de la clínica, los cuales habían desalentado el uso de la medicina tradicional. Pero, lo más importante para el uso y transmision del conocmiento sobre plantas medicinales eran estas enfermedades no reconocidas por la medicina occidental, llamadas de filiación cultural. Así que hay varios factores que influyen también la conservación del conocimiento, para bien y para mal.

Y sí: Doña Eloísa Gallegos ahora es estrella de portada de revista, aunque sea una científica.


Pérez-Nicolás, M., Vibrans, H., Romero-Manzanares, A., Saynes-Vásquez, A., Luna-Cavazos, M., Flores-Cruz, M., Lira-Saade, R., 2017. Patterns of knowledge and use of medicinal plants in Santiago Camotlán, Oaxaca, Mexico. Economic Botany 71(3): 209-223.  doi:10.1007/s12231-017-9384-0

Si quieren un sobretiro, me pueden escribir a malezasdemexico@yahoo.com.mx




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