Lo que más llamó mi atención fue que dicho libro esta enfocado a dos tipos de lectores: en primera para los que buscan darle un valor cultural a las cactáceas y los agaves (o magueyes), en cuanto al segundo grupo, más bien conformado por biólogos y botánicos, son los que quieren saber más de la fisiología de estas plantas.
Portada del libro |
La contraportada |
El índice |
Continuación del índice |
Les comparto una reseña de los datos más sustanciales del libro que esta estructurado por 8 capítulos. Les daré una breve descripción respecto a cada uno y a la vez pongo alguna imagen o esquema tomado del libro.
Capítulo uno. Introducción.
Nos menciona que a nivel mundial se recolectan muchas especies de cactos para su mejoramiento o comercialización.
Los cactos pueden tolerar largos períodos de sequía por su morfología, su anatomía y su fisiología. En cuanto a la distribución de los agaves y cactos se encuentran únicamente en el Nuevo Mundo (con la excepción de un Rhipsalis que llegó a las Islas Canarias, probablemente con aves). La mayor concentración de especies nativas de agaves y cactos se da en el tercio meridional de América del Norte que incluye a América central, islas del Caribe y parte de América del Sur.
Agave americana, primera en ser clasificada en el género Agave |
Capítulo dos. Agaves: alimento, bebida y fibra
El motivo por lo cual los agaves son apetecibles es que acumulan carbohidratos, como azúcares y almidones, sobre todo antes de su floración. La savia - el aguamiel - puede ser tomado o aprovechado directamente. La bebida de agave más antigua que aún se produce es el pulque, este se produce fermentando el aguamiel que se acumula en una oquedad en la base de los tallos de agaves maduros, que se obtiene cortando la inflorescencia nasciente.
Hoy en día en el noroeste de México y en el suroeste de Estados Unidos se cosechan cabezas, inflorescencias jóvenes junto con las hojas de agaves para cocer u hornear en hornos de piso. Estas agaves horneados pueden ser consumidos directamente como postre, o se puede extraer el jugo y fermentarlo.
Actualmente sabemos que ya se conocía la destilación en Mesoamérica en tiempos prehispánicos (pero todavía no se sabía cuando se escribió el libro). En el siglo XVI se llevaron de Europa y, aparentemente, de las Filipinas, nuevas técnicas de destilación. Dió como resultado un auge de dos bebidas alcohólicas adicionales elaboradas con agaves: el mezcal y el tequila. El mezcal se ha producido tradicionalmente en el estado de Oaxaca, México. El agave preferido para la producción del mezcal es el Agave angustifolia; también se aprovechan otras como Agave salmiana. En el caso del tequila se opta por el Agave tequilana.
Otras especies de Agave tienen diferentes usos. Un caso particular es del Agave fourcroydes del cual sus hojas basales son cosechadas para extraer sus fibras cerca de Mérida, Yucatán, México.
Raspado de Agave mapisaga en plena producción. EL aguamiel que se produce se extrae dos veces |
"Cabezas" del Agave tequilana para la producción de tequila |
Capitulo tres. Cactos: muchos aprovechamientos.
Los indo-americanos al parecer probaron los frutos de todas las especies de cactos tal y como lo atestigua la literatura etnobotánica. Los frutos de muchos cactos realmente son deliciosos y por lo general se consumen frescos. La popularidad de las tunas en Estados Unidos está aumentando y en 1992 se importaron de México más de 10000 toneladas de tunas, incluyendo la tuna roja.
Los frutos de los cactos columnares y de las biznagas también se recolectan, aunque no son tan conocidos como las tunas. Además de estos, hay otros frutos y sus variedades que se mencionan en el libro con más detalles.
Referencia al capítulo tres |
La toma de agua y la reducción de su pérdida al mínimo son dos de los procesos fisiológicos más importantes en las plantas nativas de regiones donde el agua es escasa. En este capítulo se examina la fisiología de las raíces de los agaves y de los cactos, sitio donde ocurre la toma o adsorción de agua.
La gráfica representa el desarrollo radical de un maguey y un cactus: Agave deserti y Ferocactus acanthodes |
Capítulo cinco. Tallos: interacciones ambientales.
Los tallos pueden almacenar grandes volúmenes de agua en relación con sus superficies. Los de los agaves y de los cactos son interesantes por sus adaptaciones a las temperatura y a la radiación solar. El tamaño y la orientación de las hojas de los agaves y de los cactos afectan también la recepción de la radiación, la fotosíntesis, el crecimiento y la temperatura del tallo.
En este capítulo se considera la morfología de los agaves y de los cactos con respecto al uso del agua, a la recepción de radiación, y a las respuestas a la temperatura.
Los tallos y sus interacciones ambientales |
Morfología del tallo de varios cactos |
Capítulo seis. Incorporación de dióxido de carbono de las plantas.
En 1813 cuando Benjamín Heyne notó que un cacto tenía sabor ácido temprano por la mañana y lo perdía al finalizar la tarde, había descubierto una vía fisiológica importante de los agaves y cactos. Resulta que almacenan productos intermediarios, el ácido málico, para poder respirar en la noche y luego producir los azúcares en el día. En este capítulo se analiza con mas detalle los fundamentos fisiológicos y anatómicos por la cual se conserva el agua cuando se hace la toma de dióxido de carbono en comparación con otras plantas.
Capítulo siete. Productividad vegetal.
La productividad se mide da varias formas: el peso de las fibras de agave, el número de cajas de tunas o el total de peso seco aéreo producido. En los ambientes naturales los factores que pueden limitar el crecimiento son la disponibilidad del agua en el suelo, la temperatura, el flujo de fotones fotosintéticos y el contenido de nutrimentos en el suelo.
La productividad de una sola planta es mayor cuando no le dan sombra otras plantas. Para la cuestión de las prácticas agrícolas que conducen a rendimientos altos en las especies económicamente importantes, se ha logrado perfeccionar estos factores, algunas veces produciendo rendimientos muy altos.
Capítulo ocho. El futuro.
La fisiología de los agaves y cactos es extraordinaria en muchos aspectos. Tienen una ventaja competitiva sobre las otras plantas en una tercera parte de la superficie de la tierra que es árida o semiárida, y también en las regiones con períodos estacionalmente secos.
Los esfuerzos por la conservación de los agaves y de los cactos se están volviendo cada vez más críticos. La belleza de dichas especies dignas de colección puede conducir a la desaparición de las poblaciones locales y en algunos casos a la extinción de especies.
El autor mostrando una forma grotesca de Opuntia ficus-indica |
Para finalizar les paso los datos dónde pueden encontrar el libro: en la librería del Colegio de Postgraduados ubicada en Montecillo, Texcoco, Estado de México; se encuentra en el edificio de la cafetería al lado de la biblioteca. Está abierto de 10:30 a 15:00 hrs. También lo puedes encontrar en la librería de la Universidad Autónoma Chapingo, igual se encuentra en Texcoco.
Bibliografía
Nobel, P. S. (1998) Los incomparables agaves y cactos. Editorial Trillas.
Enlaces de interés
Agaves pulqueros y su distribución (Cuexcomate)
Un árbol con mucho corazón: El maguey (Cuexcomate)
El viejo cactus, Hidalgo (Cuexcomate)
Cactus invasores en Sudáfrica (Jehuite)
Cactus en la niebla (Jehuite)