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miércoles, 18 de septiembre de 2024

El patio de mi casa...orígen geográfico de sus plantas

La ciudad de México, la mega urbe como la conocen hoy en día, también tuvo pueblos originarios. Uno de ellos fue el de Santa Úrsula Coapa (Figura 1), al sur del valle. Coapa viene de la raíz náhuatl Coatl= serpiente y Apan= en o sobre el agua, por lo que se interpreta como "en el río de serpientes" o "nido de serpientes". Se trataba de un pueblo Tepaneca perteneciente al señorío de Coyoacán.

Figura 1. Hacienda San Antonio Padua Coapa por José María Velasco.

El pueblo se asentó en un lugar al que los abuelos llamaban el pedregal, un malpaís y que se reconoce como un ecosistema particular, que tuvo su origen en la erupción de Xitle (ombliguito en Náhuatl). La gente originaria nombraba a sus árboles y plantas, y las reconocía como propias del lugar. Sin embargo, muchas de las que actualmente crecen en la localidad tienen su origen geográfico en otras partes de México, incluso fuera del continente. Este es un pequeño homenaje a mi abuela y a mi madre con fotografías, nombre científico y el lugar de origen de las plantas que ellas me enseñaron a valorar y reconocer. Las fotos son del año 2022 y 2023 en lo que queda de un gran patio o jardín de la familia. Originalmente tuvo una extensión de 1500 metros cuadrados pero ahora solo quedan unos pequeños pedazos aislados.

Eucalyptus camaldulensis Dehnh., de la familia Myrtaceae, es un árbol originario de Australia por lo que se considera como exótico. La gente de mi pueblo se refería a él con el nombre de alcanfor, las hojas tienen propiedades balsámicas y antisépticas. Mi abuela lo llamaba trueno, ella decía que el árbol atraía los rayos en los días de lluvia. Se sabe que el eucalipto tiene raíces superficiales y tronco quebradizo, y por eso las construcciones humanas no eran recomendables a su lado (Figura 2).

Figura 2. Eucalyptus camaldulensis Dehnh. (Foto: Juan González)

Ficus carica L., de la familia Moraceae, es originario de Asía suroccidental por lo que se le considera como exótica, pero muy apreciada por su fruto. Las hojas en una infusión de baja temperatura sirven para la tos y en mi familia se utilizaba el látex para quitar las verrugas (Figura 3). Por cierto, la producción de látex por los laticíferos es la única sinapomorfía dentro de la familia.

Figura 3. Ficus carica L. (Foto: Juan González).

Schinus molle L., especie originaria de Sudamérica, fue introducida por los españoles y es considerada como naturalizada (Figura 4). Lo conocen como falso pimentero, pero localmente lo nombramos como pirul. Los frutos y las hojas se usan como purgante debido al contenido de metabolitos secundarios para ese fin, en mi casa se sigue utilizando con fines medicinales en lo que llamamos limpias, sobre todo contra el mal de ojo o el aíre en los niños.

Figura 4. Schinus molle L. (Foto: Juan González).

Datura stramonium de la familia Solanaceae, originaria de Mesoamérica y América del Sur, es una planta nativa (Figura 5). El nombre común con el que se referían a ella es toloache. Se sabe que es venenosa, pero en la familia se utilizaban las hojas pegadas en la sien para aliviar el dolor de cabeza, pero solo durante un corto tiempo.

Figura 5. Datura stramonium Kunth (Foto: Juan González).

Buddleja cordata Kunth, especie endémica de México y llamado tepozán, siempre fue un árbol presente en el pedregal y del cual se sabían muchos usos. Se utilizaba tanto en limpias como para tratar las ronchas de la piel y en general para ayudar en heridas superficiales, también contra la delgadez extrema o los desarreglos menstruales. Incluso mi abuela lo utilizaba como soporte de sus orquídeas (Figura 6).

Figura 6. Buddleja cordata Kunth con orquídea (Foto: Juan González).

Por último, al que considero el más importante y representativo es el llamado palo loco, endémico del centro de México, Pittocaulon praecox H. Rob & Bretell. Es el arbusto que dio nombre a este ecosistema como matorral xerófilo de palo loco y que fue documentado ampliamente por el Dr. J. Rzedowski Rotter. Se utiliza como medicinal para reumatismo principalmente.

Figura 7. Pittocaulon praecox H. Rob & Bretell (Foto: Juan González).

Es importante reconocer las plantas autóctonas por los servicios ecosistémicos y económicos que nos brindan, pero también a las plantas alóctonas a las que llamamos despectivamente invasoras y/o malezas, y que han aportado a la economía y a la cultura de los pueblos identidad. Sin duda nuestros antepasados no tenían este conflicto ya que consideraban a estas plantas como propias del lugar. Gracias a todos ellos.

 Para leer más sobre huertos familiares en Cuexcomate:

viernes, 19 de enero de 2024

La botánica alrededor de las tlayudas

Lo primero que me se viene a la mente cuando se habla de mi Oaxaca hermoso es su gastronomía. Uno de los platillos más populares son las tlayudas con bastante quesillo (queso Oaxaca) y un pedazo de tasajo, cecina o chorizo. Que decir del frijolito molido y de la manteca de asiento que le da el sabor irresistible. Y como todo mexicano, una salsa de chile de árbol con miltomate no puede faltar.

Como dice un dicho: ¡Si no probaste las tlayudas, no fuiste a Oaxaca!

Tlayuda tradicional con chorizo

Algún día mi abuelo me dijo que siempre hay que tener curiosidad por todo. Hoy no fue la excepción y me puse a pensar que la tlayuda tiene muchos ingredientes vegetales. Mi interés se centró entonces en saber más allá del nombre común, pues en Oaxaca los nombramos de una manera que en otros lugares es diferente. Por tal motivo decidí investigar a que familia botánica, género y especie pertenecen estos ingredientes. 

La base principal es la tortilla que puede ser de maíz (Zea mays) blanco, morado o amarillo. Se le llama tlayuda y es de aproximadamente 30 cm de diámetro. 

Tortillas tlayudas, cecina de puerco y quesillo

Después de la manteca de asiento, se encuentra el frijol molido que lleva los siguientes ingredientes: frijol (Phaseolus vulgaris), cebolla (Allium cepa), hoja de aguacate (Persea americana), poleo o mejor conocido como hierba de borracho (Satureja macrostema).

Frijol molido con hojas de aguacate y poleo
 
El quesillo es el ingrediente estrella y a partir de ello empiezan más vegetales: puede ser lechuga (Lactuca sativa) o col blanca (Brassica oleracea var. capitata), jitomate (Solanum lycopersicum), aguacate (Persea americana).
 
Los acompañantes juegan un papel importante porque son el toque final. Estos son: chepiche o pipicha  (Porophyllum linaria), rabanitos (Raphanus sativus), chile de agua (Capsicum annuum) y guaje (Leucaena spp.).
 
Chiles de agua (endémicos de Oaxaca)
 
¡Esperen! Falta lo mejor, la salsa elaborada con ajo (Allium sativum), cebolla, chile de árbol (Capsicum annuum) y miltomate (Physalis philadelphica).
 
Salsa roja de chile de árbol
 
Ahora puedo ir al mercadito y pedir una tlayuda sin Solanum lycopersicum, con mucha Persea americana y Lactuca sativa.
 
¿Les parece divertido? 
 
Visiten Oaxaca y por si quieren un consejo para la buena digestión, mezcal deben tomar. 
 
Mezcal espadin

Si quieren saber otro uso gastronómico que tiene el chile de agua y el maíz en Oaxaca, aquí deben consultar:

miércoles, 17 de mayo de 2023

Tomates, ¿cuantas variedades conoces?

Toda mi vida la he vivido en el centro del país, específicamente en el Estado de México. Cada ocho días acompañaba a mi mamá al mercadito del pueblo a comprar las verduras que se usaban semana con semana, y con las que cocinaría los platillos que comeríamos. 

Tomates que se cultivan en Mexico. De izquierda a derecha, tipo bola, saladette y tipo cherry (foto con permiso de Club Semilla, 2023)
Desde siempre vi que los tomates, o jitomates como se conocen en el centro del país, eran rojos; y aunque fueran saladette de primera, segunda o tercera, la única diferencia era el precio. Algunas veces también había tomates tipo bola, y me impresionaba mirar su tamaño, casi como una toronja, una sola rebanada abarcaba todo el pan del sándwich. 
 
Años después visité a una conocida, y me mostró su jardín de traspatio. Ahí identifique diferentes plantas, pero hubo una que llamo mi atención: era una planta de tomate, tenía unos frutos idénticos al tomate bola, pero en miniatura, no más grande que una canica. Le pregunté y me comentó que ella le llamaba comúnmente tomatillo milpero, porque crecía de manera silvestre y las personas lo usaban en salsas de molcajete o para comer así en fresco. 
 
Racimo de frutos de tomate silvestre de color rojo (foto con permiso de Club Semilla, 2023)
 
Me sorprendí por su tamaño, y descubrí que no solo existía el saladette. Desde ese momento, comencé a investigar sobre el tomate, en especial Lycopersicon esculentum var. cerasiforme Alef. Me dispuse a sembrarla por todos lados para obtener mis propios frutos y semillas. 

Planta de tomate silvestre rojo (foto con permiso de Club Semilla, 2023)

Planta de tomate silvestre color amarillo (foto con permiso de Club Semilla, 2023)

Investigando, descubrí que en el sur del país existen diferentes tomates nativos, y mi mente estallo aún más. Logre conseguir semillas de un tomate endémico de Campeche llamado por los pobladores como rosa-pa´ak, nombrado también como cultivo de milpa, el cual es parte de su agricultura, sus usos y costumbres. 

Tomates endémicos de Campeche, rosa paák (foto con permiso de Club Semilla, 2023)
 
Y entre más investigaba, más tomates surgían; tuve la oportunidad de probar por primera vez ese tomate nativo rosa-pa´ak, y otros como el tipo riñón, o el forma de corazón, originarios de Oaxaca y Chiapas. No podía creer que pasaran tantos años creyendo que el tomate solo era tipo saladette o bola y siempre de color rojo.

Tomates de diferentes tamaños, formas y colores (foto con permiso de Club Semilla, 2023)
 
Siendo mexicana ya con 28 años y enterada ahora de que México fue centro de domesticación, conocer solo una o dos variedades era imperdonable para mí. Ahora, es muy importante preguntarnos: ¿Cuánta importancia le damos a nuestros recursos naturales?, ¿Cuántas veces volteamos a ver lo que estamos consumiendo? y más importante ¿de dónde proviene lo que comemos?

En México existen variedades ancestrales de tomate que están en riesgo debido a la poca información o conservación de las semillas originarias. Y una de las principales causas es que en México solo se siembran principalmente dos variedades en forma comercial, tomate saladette o tipo bola. 

Actualmente el tomate es usado a nivel mundial, pero no fue hasta mediados del silgo XVI que se introdujeron los primeros tomates a Europa desde América. Existe una ilustración que fue parte de los manuscritos inéditos de Leonhard Fuchs, la cual se dice que es probablemente la ilustración más antigua de una planta de tomate en Europa. Y si observamos de cerca, vemos que existían variedad de formas y colores de los frutos.

Ilustración más antigua de una planta de tomate en Europa (imagen tomada de Dobat y Dressendorfer, 2001).
 
Unos años más tarde, en 1544, se dio a conocer esta planta entre los botánicos. Uno de ellos, Pietro Andrea Matthioli, se refiere al tomate como “pomi doro”, traducido al español como “manzana dorada”. Más evidencia de que los tomates no solo eran rojos.

Y como mencionan García y Bermudez (2021), “no cabe duda que, la verdadera riqueza tomada por los españoles de los pueblos originarios de nuestro país, no fueron los metales preciosos, sino las semillas y plantas nativas, como el jitomate”.

Variabilidad de colores y formas de tomates (foto con permiso de Club Semilla, 2023)
 
Ahora se sabe que el tomate rojo que conocemos de los mercados y súperes ha sido un trabajo de selección; y esto ocurrió cuando se le trató como un cultivo comercial dentro de la agricultura. Sin embargo, existe una gama de colores tales como, amarillo, naranja, rosa, verde, azules, negro, marrón y rojos. Cada uno de ellos con sabores que van cambiando desde muy dulces hasta muy ácidos, pasando por neutrales. 

En algún momento de nuestra historia nos olvidamos de la importancia del sabor. Pese a esto, actualmente aún existen muchas poblaciones nativas, ya sean silvestres, domesticadas o semi-domesticadas, con muy variadas formas, colores, tamaños. Pero lo más importante con sabores y texturas realmente únicas.

Venta de tomates silvestres en mercado local, Malinalco, Estado de México
 
Las semillas de los tomates nativos pueden ser usadas constantemente sin la necesidad de adquirirlas en empresas dedicadas a la venta de semillas. Basta con tener un fruto de una variedad nativa para que tú puedas seguir conservando por generaciones y generaciones la misma variedad; y esto es base importante de la soberanía alimentaria. 

Desde hace muchos años y hasta ahora el tomate es un ingrediente básico e insustituible de la comida tradicional mexicana y una fuente muy importante de vitaminas y minerales. El mercado para toda esta diversidad de variedades está limitado. Pero nosotros podemos ser parte de su conservación a través de la creación de pequeño huertos en nuestros hogares. 

No perdamos la oportunidad de degustar nuestra amplia diversidad de tomates, que desde la época de nuestros antepasados enriquecían la gastronomía de nuestro México. 

Tomate gigante, puede alcanzar hasta 1kg (foto con permiso de Club Semilla, 2023)

Si quieres sumergirte en el mundo del jitomate,  tal vez estos sitios sean de tu interés:

Agradecimientos a Club Semilla por compartir sus fotografías 

Visita a Club semilla en:

Referencias 

Blanca, J., Sanchez-Matarredona, D., Ziarsolo, P., Montero-Pau, J., van der Knaap, E., Díez, M. J., y Cañizares, J. (2022). Haplotype analyses reveal novel insights into tomato history and domestication driven by long-distance migrations and latitudinal adaptations. Horticulture Research 9: uhac030
Dobat K. y Dressendorfer W. (2001). Leonhart Fuchs: The New Herbal of 1543.Alemania: Taschen.
García M., E. y Bermúdez G. (2021). Jitomate: fruto ancestral del porvenir. Suplemento informativo La Jornada del Campo 165.
Matos C., E. E. (2017). Caracterización morfológica y molecular del jitomate riñón o rosapa´ ak (Solanum lycopersicum), un ecotipo nativo de Campeche. Tesis de maestría, Colegio de Postgraduados.
Mariaca M., R. (2015). La milpa maya yucateca en el siglo XVI: evidencias etnohistóricas y conjeturas. Etnobiología 13(1): 1-25. 
Segura V., Y. A. (2022). Evaluación de tomate silvestre mexicano Lycopersicon esculentum var. cerasiforme en condiciones de invernadero. Tesis de licenciatura, Universidad Autónoma del Estado de México.
Vergani G., R. J. (1997). "Lycopersicum esculentum": una breve historia del tomate. Alquibla: Revista de investigación del Bajo Segura (3): 105-111.

miércoles, 26 de abril de 2023

¡Todos a comer chuño! ¿Qué hay con la seguridad alimentaria?

Chuños de papas de diferentes variedades, listos para su consumo o conservación

Uno de los temas que han sonado últimamente es la seguridad alimentaria, esto a causa del cambio climático y calentamiento global; pero, ¿qué es exactamente? 

De acuerdo con la FAO
“La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana (FAO, 2011)”.
Por esta razón, muchos científicos, agricultores y productores de alimento están estudiando e implementando técnicas que los pueblos tradicionales utilizaban antes de la tecnificación de la agricultura. Sin embargo, se enfrentan a problemas durante la siembra, en la cosecha, y sobre todo en el almacenamiento y conservación de los alimentos (Urquía-Fernández, 2014)

En esta ocasión describiremos uno de los procesos tradicionales para la conservación de la papa en los Andes, Perú. 
 
Diversidad de papas peruanas en el congreso internacional de la papa, Cusco, Perú

La papa tiene su centro de origen en los Andes, especialmente en Perú; actualmente, cobra relevancia porque es el tercer cultivo alimenticio más importante del mundo en términos de consumo humano, después del arroz y del trigo (Rodríguez, 2010). La papa es rica en carbohidratos, en muchos países en desarrollo, es un alimento básico que es aprovechado por ser una buena fuente de vitamina C, zinc, hierro y potasio (CIP, 2022). Además de que es un alimento de preparación rápida, prosperar en parcelas pequeñas, es barata para comprar y lista para cocinarse sin costoso procesamiento. 


Manejo orgánico de cultivos de papa en los Andes, Perú

Los andinos me comentaron que una de las formas en las que ellos conservan las papas que cosechan es mediante su deshidratación por frío o liofilización. Ellos utilizan una liofilización muy tradicional que desarrollaron durante periodos prolongados y proporcionan alimentos durante periodos de escasez.

Para generar los chuños se requieren temperaturas bajas, inferior a los cero grados. Se alcanzan fácilmente en los Andes, ya que se encuentran a 2800 m o más de elevación. 
 
El proceso que me compartieron para conseguir los chuños es el siguiente:

1. Debemos seleccionar las papas cultivadas por tamaño y variedad. Esto ayudara a que el proceso se realice de manera homogénea.

Exposición y venta de papas de diferentes variedades en Cusco, Perú

2. Una vez seleccionadas las papas por tamaños, es momento de llevarlos a su primera congelación. Para esto, las papas se colocan sobre paja o mallas durante 3-4 noches con heladas.

3. Después de estas noches heladas, las papas se colocan en pozas, costales o jaulas con mallas, y se sumergen en el río con temperaturas congelantes durante 21-30 días.

Lago Lacár, los Andes, Perú

4. Al pasar los días, ya podemos sacar las papas del agua, las extendemos sobre paja limpia y mallas, para escurrirlas y orearlas. 

5. Hay que lavar repetidamente las papas hasta que el agua salga transparente.

6. Una vez que lavamos perfectamente las papas, las ponemos al sol y a las heladas nocturnas durante siete días.

7. Cuando las papas ya están secas, las colocamos en una manta de malla y entre dos personas las sacudimos fuertemente, para que se pelen entre ellas.

Pelado de papas de diferentes variedades en los Andes, Perú

8. Finalmente, se seleccionan por variedad, tamaño y calidad para poder venderlos o almacenarlos en los cuartos fríos. 

Cuartos fríos de almacenaje de papas de diferentes variedades en Los Andes, Perú

Normalmente, los pobladores llevan a cabo este proceso en los meses de mayo-julio, que es cuando las heladas están presentes constantemente. La radiación es fuerte, hay poca nubosidad y la baja humedad. Estas características ambientales favorecen el congelado y secado natural de la papa.

Chuño tunta (blanqueado) (fuente: Wikipedia, de Jaroslaw Filiochowski)

Los chuños, una vez listos, pueden ser almacenados por meses, e incluso años. Es la característica que será útil para ser aprovechada para asegurar la alimentación futura (Burgos et al., 2009).

Es importante que tomemos en cuenta que para poder comer los chuño se deben hidratar nuevamente. En Perú, las comunidades de los Andes tiene una amplia variedad de platillos en los que utilizan los chuños, dentro de las mas comunes esta el moraya, phuti o lawa (Gianella, 2004). Los andinos afirman que los chuños no pierden su sabor, su calidad y su aporte nutricional.  
 
Guisado de carne con chuño (Fuente: Wikipedia, de Cristian Ordenes)


Si quieres conocer todo acerca de la papa, tal ves estos sitios sean de tu interés:
Referencias 

sábado, 13 de octubre de 2018

Chiles de agua rellenos

Chiles de agua antes de preparar

En los Valles Centrales de Oaxaca, los chiles rellenos se preparan con chile de agua. Pueden ser rellenos de carne molida de res, cerdo, pollo o combinados. La carne molida de res o cerdo se puede agregar crudo y cocerse con los demás ingredientes. En el caso del pollo es previamente cocido y deshebrado.

Se recomienda preparar primero lo que será el relleno de los chiles. Para esto se pica el tomate en cuadros, cebolla en rodajas, ajo también en rodajitas, se pica un manojito de perejil. Se sazonan los ingredientes con aceite y se le añade la carne. También se le agregan pasas, puede o no llevar un poco de canela y sal al gusto, a fuego medio, por aproximadamente 30 minutos o hasta que se consuma el exceso de jugo del tomate, y se deja enfriar.

Picadillo de res y pollo para rellenar los chiles

Mientras se enfría el picadillo se asan los chiles a la brasa para posteriormente pelarlos y retirar la semilla del interior.

Chiles de agua pelados y sin semilla para rellenar

Cuando ya está frío el picadillo y los chiles limpios, se rellenan. Después se les pone una cubierta de harina. Luego, se bate la clara de huevos hasta que quede a punto de turrón. Ya teniendo el sartén con aceite caliente al fuego, se agregan las yemas sobre el turrón de claras, se mezcla bien y se sumergen allí los chiles uno por uno y se frían inmediatamente. Es recomendable tener a la mano un trasto tipo colador para poner los chiles.

Chiles rellenos, antes de freír

Y a disfrutar unos deliciosos chiles rellenos de pollo, res, cerdo o combinado; con tortillas blanditas calientitas.

Chiles rellenos, como parte de un platillo conocido como botana oaxaqueña

Orden de chiles rellenos acompañados de arroz y pico de gallo

México cuenta con la mayor biodiversidad de chiles a nivel mundial. En el 2013, el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (Sinarefi) lanzó la segunda edición del mapa “Diversidad de chiles en México,” el cual contempla 64 variedades distintas distribuidas a lo largo del país.

Tan sólo en Oaxaca se encontraron más de 25 tipos distintos. Un chile criollo muy interesante es el chile de agua en la región de los valles centrales de Oaxaca; único lugar del país donde se cultiva.

Referencia

Aguilar-Rincón, V. H., T. Corona Torres, P. López López, L. Latournerie Moreno,M. Ramírez Meraz, H. Villalón Mendoza y J. A. Aguilar Castillo. 2010. Los chiles de México y su distribución. SINAREFI, Colegio de Postgraduados, INIFAP, ITConkal, UANL, UAN. Montecillo, Texcoco, Estado de México. 114 p.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Sabores y colores a la venta: Dos tianguis de la Sierra Norte

Cualquiera de nosotros ha recorrido un tianguis en algún momento. Estos existen desde tiempos prehispánicos, se conservaron durante tiempos de la Colonia y continúan en nuestros días es porque su esencia y razón de ser se mantienen vigentes.

Tianguis dominical en la plaza principal del municipio de Cuetzalan.

Estos espacios cumplen con dos funciones principales: por un lado establecen un vínculo entre productos originados de la economía campesina en un ambiente regional, mientras que proveen a los miembros de la comunidad con artículos elaborados con fines comerciales; y por otro, refuerzan relaciones sociales y tradiciones culturales, ya que establecen puntos de reunión semanales.

Tianguis en Tepango de Rodríguez, que cada martes reúne a la gente local.

"Muchas personas, especialmente mujeres, acuden al tianguis para encontrarse con los demás, para enterarse de la última noticia, para platicar, para reírse, para ejercer control social y, en suma, para darle forma a su participación en la sociedad. Van para "reconocer" a los demás y ser "reconocidas". Para ser parte del todo. Para acallar angustias y recoger bondades. Para constatar relaciones ya existentes y establecer nuevas. Para llevar algo y regresar a casa con lo nuevo que se recibió" (Arizpe, 2009).

Mujeres en el tianguis de Tepango.

Familia de Tepango en el tianguis local. Fotografía de Diana Cordoba Rodríguez.

Y es que en día de tianguis, desde temprano se dan cita no sólo vendedores, compradores, intermediarios y autoridades; sino que incluso curiosos y turistas (nacionales o extranjeros) encuentran algo interesante que llevar de estos lugares, ya sea un bien tangible, o información de la cultura y el lugar que están visitando.

Biólogo investigando sobre plantas medicinales en el tianguis de Tepango.

El antropólogo polaco Bronislaw Malinowski dice que en los tianguis se llevan a cabo transacciones a pequeña escala debido a que no se realizan ventas directas con los 'acaparadores'.

Frutas y verduras en Cuetzalan.

Ollas de barro en Tepango.

Vendedora de flores, nopalitos y otras
plantas comestibles.

Los precios varían de un vendedor a otro, así como las unidades que manejan para la venta también son heterogéneas, hay quienes tienen báscula y ofrecen kilos, mientras que no se excluyen otras medidas como el montón, la medida, el manojo, la pieza, la sardina, etc.

Latas de sardina y atún sirven para medir los chiles que se venderán.

Manojos de tequelite (Peperomia maculosa).

Papa de monte, una Dioscorea, se vende por kilo o fracciones de éste.
En tianguis como los de la Sierra Norte se consigue de todo, desde artesanías, maquique para orquideas, café, gran variedad de flores, semillas, especias y frutos, carne fresca y preparada, antojitos, animales vivos, herramientas para trabajar el campo y ollas para preparar los alimentos, hasta artículos provenientes de la ciudad que sin duda desentonan en un contexto más natural.

Orquídeas en el tianguis de Cuetzalan.

Piñones (Jatropha) en Tepango.

Venta de café, atole y otros antojitos en Cuetzalan.

Plátanos.

Valeriana.

Zapote negro.

Barro y miel el Tepango.

Col de hoja semisilvestre (Brassica oleracea).

Epazote de zorrillo (Chenopodium graveolens=Dysphania graveolens).

Chile ancho.

Chiltepín.

Copal.

Jitomates arriñonados

Los biólogos Yaayé Arellanes y Alejandro Casas estudiaron los tianguis de la región de Tehuacán desde una perspectiva ecológica, económica y social. En este esudio resumen algunas características que comparten los tianguis:
  • su origen prehispánico; 
  • transacciones que implican un intercambio de productos a través de un aporte monetario o de un canje de productos denominado trueque; 
  • con periodicidad semanal, una o dos veces por semana; 
  • la presencia de numerosos vendedores de distintos orígenes, muchos de ellos mujeres, que traen recursos vegetales producidos o recolectados a baja escala provenientes de sus huertos familiares, de la parcela o de los bosques circundantes y; 
  • su entrelazamiento con un mercado globalizado donde se puede encontrar todo tipo de mercancías.

Referencias:

Arizpe, Lourdes. 2009. El patrimonio inmaterial de México. Ritos y festividades. Porrua, México, D.F.
Arellanes Cancino, Y. y Casas Fernández, A. 2011. Los mercados tradicionales del valle de Tehuacán-Cuicatlán: Antecedentes y situación actual. Nueva Antropología 24(74): 93-123.
Feixa, C. 1993. "Ciudad tianguis". De la comunidad a la cultura nacional. en: La ciudad en la antropología mexicana. Quaderns del Departament de Geografía I Historia. Universidad de Lleida (Lérida), España. 169 páginas.
Long Towell, J. y Attolini Lecón, A. (coordinadoras) 2009. Caminos y mercados de México. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, D.F. 694 páginas.


Otras contribuciones sobre tianguis: