Hoy en día, la cestería es una actividad practicada en las comunidades indígenas. Me gustaría contarles de la localidad de San Juan Guelavía, que pertenece al distrito de Tlacolula, y que se encuentra a 32 kilómetros de la capital oaxaqueña. Este oficio es importante para la comunidad; incluso, en la telesecundaria donde acuden los jóvenes, se imparte una materia donde se aprende especialmente el arte de los carrizos.
La materia prima para el oficio de la cestería en la población mencionada, es el carrizo (Arundo donax). Esta especie quizás tuvo su origen en Asia, en la parte norte de África y el Medio Oriente. Pertenece a la familia botánica de los pastos o Poaceae.
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Colonias de carrizos, establecidos en la orilla del Río Salado, Tlacolula, Oaxaca Foto: Daniela Castañeda
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El aspecto del carrizo es parecido al del bambú, sin embargo, en el carrizo las bases de las hojas (vainas) envuelven al tallo. Los tallos están segmentados y se engruesan cuando la planta llega a ser adulta. La parte inferior de la planta se encuentra bajo suelo, o sea, conforma rizomas.
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Los tallos del carrizo están segmentados Foto: Daniela Castañeda |
En general, la planta tiene preferencia por establecerse en humedales y pastizales, y forma grandes manchas o colonias en áreas adyacentes a los cuerpos de agua, incluyendo arroyos y canales de riego. Un factor que se debe considerar, es que es una especie que se califica como invasora, debido a que a veces desplaza a vegetación nativa y forma colonias muy densas.
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Transporte de carrizo por medio de un triciclo, para elaborar artesanías Foto: Daniela Castañeda |
El proceso de elaboración de las artesanías de carrizo es relativamente sencillo. Primero, se cortan los tallos del carrizo, se pelan (limpian), se orean y se remojan por un tiempo. En seguida, se rajan o se dividen en tiras con un cuchillo. Luego se tejen y finalmente se barnizan. Todo el proceso es manual, se usan las manos y los pies, por lo que suceden accidentes de cortaduras. Por esta razón y el tiempo que se toman los artesanos para hacer sus creaciones, con más razón debemos pagar lo justo por sus productos.
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Se raja y se divide el carrizo en tiras con un cuchillo Foto: Daniela Castañeda |
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Para algunas artesanías como el cesto o los fruteros, los carrizos se tienen que aplastar Foto: Daniela Castañeda |
En México, se produce una amplia variedad de productos con el carrizo, como canastas, chiquihuites, cestos, o instrumentos musicales como la flauta.
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Unos cestos Foto: Daniela Castañeda |
Los habitantes de
origen zapoteco de San Juan Guelavía, con el afán de exhibir la riqueza cultural que tienen a través de sus creaciones usando el carrizo, organizan una
feria anual en honor a esta planta. Se lleva a cabo en los últimos días del mes de febrero y los primeros días de marzo.
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Una invitación de los habitantes a la feria del carrizo |
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Fundas para botellas de mezcal Foto: Daniela Castañeda |
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Lámpara Foto: Daniela Castañeda |
Desde una perspectiva ecológica, los productos elaborados con la especie en cuestión, son una alternativa menos dañino al ambiente. Son una opción para usar menos los plásticos y otros materiales que tardan en biodegradarse.
En términos económicos, es un oficio que no deja tantas ganancias pero a fin de cuentas es una fuente de ingreso para muchas familias de la localidad.
El carrizo también es muy usado en el arte de la pirotecnia. Es utilizado en las estructuras de las piezas de los fuegos artificiales. Particularmente México tiene muy arraigado sus creencias religiosas en eventos llamados fiestas patronales, dedicados a los santos que veneran. En general, en la noche se queman los juegos pirotécnicos que se nombran comúnmente
"castillos" y los famosos "toritos".
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