Mostrando las entradas con la etiqueta Nymphaeaceae. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Nymphaeaceae. Mostrar todas las entradas

miércoles, 24 de enero de 2024

¡Amor eterno! Visita al Museo Mesoamericano del Jade

¿Qué es el jade? ¿Sólo piedras? 

En Mesoamérica, era mucho más. Era un símbolo importante del maíz, de la vida, del poder y de la relación con el los dioses y el inframundo. Veremos más detalles con la información de un museo recomendable que se encuentra en el sur del país.

Figura 1. Entrada al Museo Mesoamericano del Jade, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
 

Desde el punto de vista de la mineralogía, el jade abarca solo dos tipos de rocas: la nefrita (un silicato de calcio y magnesio, común en Asía) y la jadeíta (un silicato de sodio y aluminio, propio de Mesoamérica). Para la arqueología, el jade es un término que incluye a una serie de piedras de color verde como la serpentina, la jadeíta, la crisopasa, la cloromelanita y diversos tipos de cuarzos que en conjunto es lo que se llama jade social o jade cultural. El Museo Mesoamericano del Jade en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se enfoca principalmente en presentar el jade mesoamericano y su simbolismo en las principales culturas del Nuevo Mundo (Figura 1).

Los aztecas o mexicas, al igual que otros pueblos de Mesoamérica, solían poner rostros de jade a sus dioses y elaboraban figurillas muy estilizadas, representando a sus más valiosos hombres como los guerreros águila (Figura 2). Otro ejemplo es la Chalchiuhtlicue, pareja de Tláloc, diosa consagrada al agua y la vegetación acuática. En la época del primer sol de la cultura mexica el cielo era agua y los seres humanos tenían características de peces, por lo que las parteras cuando recibían a un niño decían: bienvenido al mundo de la señora Chalchiuhtlicue, ella te ha de llevar en sus brazos por este mundo (figura 3).

Figura 2. Cultura azteca, en el centro abajo, un Guerrero Águila en el Museo Mesoamericano del Jade


Figura 3.  La Chalchihuitlicue en el Museo Mesoamericano del Jade

Los pueblos mixtecos, hacia el año 682 de nuestra era, estaban divididos en dos reinos en continua lucha, los cuales solo pactaban la paz en ocasión de las grandes peregrinaciones que efectuaban al centro ceremonial de Achiutla. Ahí participaban en las ceremonias en las que el taysaqui o sacerdote principal, comunicaba al pueblo el designio de los dioses, venerando una piedra de jade del tamaño de un puño a la que llamaban el corazón del pueblo. De ahí también procede una pieza que me impresionó, la carita de murciélago y las figurillas asociadas al dios de la lluvia (Figura 4).

Figura 4. Carita de murciélago de la cultura mixteca.

Los olmecas poblaron la región tropical a orillas del golfo de México; los indicios más antiguos de este pueblo se estiman alrededor de 3000 A.C. Olmeca en idioma náhuatl significa habitantes de la región del hule. Los centros ceremoniales más importantes de esta cultura eran Tres Zapotes y San Lorenzo Tenochtitlan que contaban con áreas habitacionales, políticas y también religiosas. Una de las características comunes era la representación de rasgos felinos, lo que suponía una enorme deidificación al jaguar. Otros rasgos distintivos de las esculturas de esta cultura son las cejas flamígeras (en forma de llamas), hendidura en V en la frente, rasgos de garras y colmillos en los labios (Figura 5). También en una ofrenda localizada en La Venta, Tabasco, se logran apreciar algunos detalles faciales distintivos (Figura 6).

Figura 5. Esculturas en jade verde de la cultura Olmeca.

Figura 6. Ofrenda "La Venta", cultura Olmeca.

La cultura de Teotihuacán comenzó al inicio de nuestra era y se sabe que alcanzó su máximo desarrollo entre los siglos III y IV. Para los teotihuacanos prehispánicos la única forma de ver el rostro de los dioses era a través de las máscaras. Los sacerdotes al colocarse una se incorporaban el espíritu de la divinidad que representaban. Las máscaras teotihuacanas, algunas en tamaño normal y otras en miniaturas, difieren en su estilo y carácter del rostro a las otras encontradas en otras áreas mesoamericanas (Figura 7).

Figura 7. Mascara y figurillas teotihuacanas.

La cultura maya era una civilización mesoamericana que dominó en Guatemala, Belice, México (en los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco) y la parte occidental de Honduras y El Salvador. Para los mayas el jade era vida, fertilidad y poder. Además existió un simbolismo maya importante con las flores, especialmente con las del lirio acuático (género Nymphaea) ya que el mundo acuático significaba la entrada al inframundo, y se tallaba en jade, a veces con cuatro pétalos
 
Por otro lado, las máscaras de gobernantes son recurrentes, por ejemplo, la de K´inich Janaab`Pakal I quien asumió el poder muy joven, a los doce años, hasta su muerte a los 80 años. Para su elaboración se usaron 212 teselas de jadeíta con adiciones de concha nácar y obsidiana en los ojos. La original se encuentra en el Museo Nacional de Antropología, y esta es solo una réplica, las facciones y la confección de verdad me impactaron (Figura 8).

Figura 8. Mascara de K´inich Janaab`Pakal I.

Al final del recorrido se encuentra una sala para la venta de joyería, cacao, café, chocolate y bebidas alcohólicas tradicionales como el posh. Esto es un licor tradicional de la zona indígena montañosa de los Altos de Chiapas elaborado a base maíz, caña y trigo, fermentado en tinas de Pinus. (Figura 9, 10 y 11).

Figura 9. Joyería del Museo Mesoamericano del Jade.

Figura 10. Productos del cacao en el Museo Mesoamericano del Jade.

Figura 11. Posh, bebida fermentada tradicional, en el Museo Mesoamericano del Jade.

El jade era lo más valioso para los pueblos originarios de América y cubría con su pureza la carne corrupta detrás de las pulidas mascaras. Las placas colgadas de los gobernantes mayas eran el símbolo de autoridad y una cuenta de jade en la boca de los muertos era la mejor ofrenda funeraria a los dioses del inframundo; por el contrario el oro era sólo el desecho de los dioses.

“La piedra del Jade, del amor eterno” 

El Museo está abierto de lunes a sábados de 12 del día a 8 de la noche y los domingos de 12 del día a 6 de la tarde. El costo de admisión al Museo para el público en general es de 50 pesos (Figura 12). Puedes visitar la página oficial para mayor información.

Figura 12. Boleto de entrada al Museo Mesoamericano del Jade.

 

Más sobre museos en Cuexcomate: