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miércoles, 18 de septiembre de 2024

El patio de mi casa...orígen geográfico de sus plantas

La ciudad de México, la mega urbe como la conocen hoy en día, también tuvo pueblos originarios. Uno de ellos fue el de Santa Úrsula Coapa (Figura 1), al sur del valle. Coapa viene de la raíz náhuatl Coatl= serpiente y Apan= en o sobre el agua, por lo que se interpreta como "en el río de serpientes" o "nido de serpientes". Se trataba de un pueblo Tepaneca perteneciente al señorío de Coyoacán.

Figura 1. Hacienda San Antonio Padua Coapa por José María Velasco.

El pueblo se asentó en un lugar al que los abuelos llamaban el pedregal, un malpaís y que se reconoce como un ecosistema particular, que tuvo su origen en la erupción de Xitle (ombliguito en Náhuatl). La gente originaria nombraba a sus árboles y plantas, y las reconocía como propias del lugar. Sin embargo, muchas de las que actualmente crecen en la localidad tienen su origen geográfico en otras partes de México, incluso fuera del continente. Este es un pequeño homenaje a mi abuela y a mi madre con fotografías, nombre científico y el lugar de origen de las plantas que ellas me enseñaron a valorar y reconocer. Las fotos son del año 2022 y 2023 en lo que queda de un gran patio o jardín de la familia. Originalmente tuvo una extensión de 1500 metros cuadrados pero ahora solo quedan unos pequeños pedazos aislados.

Eucalyptus camaldulensis Dehnh., de la familia Myrtaceae, es un árbol originario de Australia por lo que se considera como exótico. La gente de mi pueblo se refería a él con el nombre de alcanfor, las hojas tienen propiedades balsámicas y antisépticas. Mi abuela lo llamaba trueno, ella decía que el árbol atraía los rayos en los días de lluvia. Se sabe que el eucalipto tiene raíces superficiales y tronco quebradizo, y por eso las construcciones humanas no eran recomendables a su lado (Figura 2).

Figura 2. Eucalyptus camaldulensis Dehnh. (Foto: Juan González)

Ficus carica L., de la familia Moraceae, es originario de Asía suroccidental por lo que se le considera como exótica, pero muy apreciada por su fruto. Las hojas en una infusión de baja temperatura sirven para la tos y en mi familia se utilizaba el látex para quitar las verrugas (Figura 3). Por cierto, la producción de látex por los laticíferos es la única sinapomorfía dentro de la familia.

Figura 3. Ficus carica L. (Foto: Juan González).

Schinus molle L., especie originaria de Sudamérica, fue introducida por los españoles y es considerada como naturalizada (Figura 4). Lo conocen como falso pimentero, pero localmente lo nombramos como pirul. Los frutos y las hojas se usan como purgante debido al contenido de metabolitos secundarios para ese fin, en mi casa se sigue utilizando con fines medicinales en lo que llamamos limpias, sobre todo contra el mal de ojo o el aíre en los niños.

Figura 4. Schinus molle L. (Foto: Juan González).

Datura stramonium de la familia Solanaceae, originaria de Mesoamérica y América del Sur, es una planta nativa (Figura 5). El nombre común con el que se referían a ella es toloache. Se sabe que es venenosa, pero en la familia se utilizaban las hojas pegadas en la sien para aliviar el dolor de cabeza, pero solo durante un corto tiempo.

Figura 5. Datura stramonium Kunth (Foto: Juan González).

Buddleja cordata Kunth, especie endémica de México y llamado tepozán, siempre fue un árbol presente en el pedregal y del cual se sabían muchos usos. Se utilizaba tanto en limpias como para tratar las ronchas de la piel y en general para ayudar en heridas superficiales, también contra la delgadez extrema o los desarreglos menstruales. Incluso mi abuela lo utilizaba como soporte de sus orquídeas (Figura 6).

Figura 6. Buddleja cordata Kunth con orquídea (Foto: Juan González).

Por último, al que considero el más importante y representativo es el llamado palo loco, endémico del centro de México, Pittocaulon praecox H. Rob & Bretell. Es el arbusto que dio nombre a este ecosistema como matorral xerófilo de palo loco y que fue documentado ampliamente por el Dr. J. Rzedowski Rotter. Se utiliza como medicinal para reumatismo principalmente.

Figura 7. Pittocaulon praecox H. Rob & Bretell (Foto: Juan González).

Es importante reconocer las plantas autóctonas por los servicios ecosistémicos y económicos que nos brindan, pero también a las plantas alóctonas a las que llamamos despectivamente invasoras y/o malezas, y que han aportado a la economía y a la cultura de los pueblos identidad. Sin duda nuestros antepasados no tenían este conflicto ya que consideraban a estas plantas como propias del lugar. Gracias a todos ellos.

 Para leer más sobre huertos familiares en Cuexcomate:

lunes, 5 de agosto de 2024

El pirul también es medicinal

En México hay una canción que se titula "Leña de pirul". Es de un grupo musical llamado la Banda Machos, originaria del estado de Jalisco. Esa canción compara  a una persona con un árbol conocido como pirul, y menciona que la madera del pirul no tiene alguna función y en general la planta. Sin embargo, esto no es totalmente cierto: el pirul, con nombre científico Schinus molle L. (Fig. 1), es una planta exótica que en la cultura mexicana tiene varias utilidades.    

 Fig. 1. Pirul (Schinus molle L.) al lado del camino
 
El género Schinus alberga 29 especies que se distribuyen en su mayoría en América del Sur. Las especies del género contienen ácidos fenólicos, flavonoides, taninos, terpenos, entre otros. Algunos de los compuestos tienen respuestas o actividades biológica y funcionan como antibacterianos, citotóxicas, antitumorales, antioxidantes, analgésicas, antivirales, cicatrizantes, antihelmínticas, etc. Hoy hablaremos de Schinus molle L., que es conocido entre muchos nombres comunes como pirul, pirú, árbol de Perú y bolilla (El-Nashar et al., 2021).

El pirul pertenece a la familia de Anacardiaceae y al género Schinus. Se considera que es nativo de países del sur de América (Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), y distribuida en forma secundaria en países como México, Estados Unidos y otras partes del mundo. Se utiliza para reforestación de áreas degradadas ya que tiene la capacidad de formar suelo, soporta heladas y sequias, se encuentra en lugares perturbados, en pastizales, cerca de carreteras y lugares urbanizados; también puede comportarse como planta invasor. Lo encontramos a alturas de entre 900 a 3900 msnm (Plants of the World, 2024, Hanan-Alipi, Mondragon-Pichardo y Vibrans, 2009).    

Su descripción morfológica de manera somera se basa en Rzedowski y Rzedowski (1999 y 2001). Es un árbol perennifolio (permanece verde todo el año) que puede llegar a medir aproximadamente 15 metros de altura. Su tronco es muy ramificado con ramas que cuelgan, sus hojas son alternas (disposición de las hojas de manera alternada en el tallo) e imparipinnadas (hojas con varios foliolos y un foliolo en el extremo del raquis), tienen un peciolo (estructura que une a la base foliar al tallo) que puede medir 6 cm y un largo total de la hoja hasta de 30 cm. Tiene una cantidad de resina aromática (Fig. 2).

Fig. 2. Aspecto de las hojas, compuesta y foliolos

La inflorescencia del pirul es paniculada (en racimo), axilar y puede llegar a medir hasta 20 cm de largo. Las flores son pequeñas, con una coloración amarilla a blanquecina, unisexuales (flores masculinas y femeninas generalmente en la diferentes planta), su cáliz tiene forma de copa, con 5 pétalos que miden 2 milímetros de largo, las flores masculinas tienen 10 estambres, con anteras oblongas de 0.8 mm. ovario supero (ovario sobre el receptáculo) y tricarpelar. El fruto tiene forma de drupa, globoso, de color rojo y brillante durante la madurez, contiene una sola semilla glabra (liso) y tiene un sabor picante (Fig. 3). (Hanan-Alipi, Mondragon-Pichardo y Vibrans, 2009). 

Fig. 3. A) Inflorescencia y b) fruto

Etnobotánica

Los usos de pirul son relevantes en nuestra cultura. Comúnmente se emplean para sombra, planta de ornato o cerca viva, y se usa como alimento para aves. Por otro lado, sus usos terapéuticos a menudo están enfocados en las llamadas enfermedades de filiación cultural, como son el mal aire, el mal de ojo y brujería. Se usa en limpias y se encuentra en venta en ramos, a menudo con otras plantas. El ramo se rocía con alcohol o alguna esencia como siete machos, se pasa por todo el cuerpo de la persona enferma, al final de la limpia el enfermo puede pisarlo y fregarlo con los pies o quemar el ramo. Una experiencia muy cercana sobre el uso del pirul son los baños con está planta, el cual consiste poner a hervir el agua con las hierbas y se baña la persona. Este baño se emplea en los días consecutivos a las limpias. Para otra forma de aplicación, el fruto se remoja en agua tibia para disolver la pulpa que es dulce, después se separa de la semilla y se deja reposar. En algunos lugares de México usan los frutos para elaborar bebidas, las semillas se mezclan con atole o con la bebida extraída de maguey (pulque). La semilla se tritura para mezclarla con la pimienta negra, adulterándola, porque se parecen en sabor.

En la medicina tradicional las hojas y frutos se usan para padecimientos genitourinarios, para curar enfermedades de los ojos, cataratas y manchas de la cornea, para controlar la diabetes y las reumas, como analgésico, cicatrizante (se extrae resina y se aplica sobre la herida), purgante, hepático, controlar dolores estomacales, estreñimientos, reducir los dolores de muelas, la savia se usa para endurecer las muelas. Para el padecimiento reumático es necesario hacer un macerado acuoso del fruto con las ramas, aplicando un baño sobre la parte afectada. Además se ha usado como insecticida, control de maleza, como antibiótico y antimicótico (Ramírez-Albores & Badano, 2013). 

Composición fitoquímica y beneficios farmacéuticos  

Hay numerosas investigaciones acerca de los componentes fitoquímicos de aceites esenciales que se han extraído de las hojas y los frutos del pirul. Se ha encontrado que hay ciertas variaciones en cuanto a su composición fitoquímica. Resaltan integrantes del grupo de los terpenos como alfa felandreno (es un monoterpeno cíclico que actúa como antiinflamatorio), beta felandreno, limoneno (terpeno), alfa y beta pineno (terpeno) y beta y alfa eudesmol (sesquiterpeno) (Alnawari et al., 2018). Algunos aceites de Schinus molle tienen efecto citotóxico en células cancerígenas, o inhiben el crecimiento de bacterias como Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Bacillus subtilis, Pseudomonas aeruginosa, Candida albicans y otros microorganismos. Además se ha encontrado actividad antioxidante por la técnica 2,2-difenil-1-picrilhidrazilo (DPPH), utilizada para medir la capacidad de neutralizar radicales libres. El DPPH reacciona con la sustancia experimental cambiando las proporciones químicas, y luego se observan cambios de coloración como indicador de la función antioxidante (Alnawari et al., 2018; Martins et al., 2013).

En otro ejemplo, Murrieta-Dionicio et al. (2023) describen 37 compuestos que en su mayoría son de origen terpénico como los ya mencionados: encontramos sesquiterpenos, monoterpenos hidrogenados como alfa-felandreno, beta-felandreno, limoneno, canfeno, alfa y beta pineno y beta-mirceno. Se puede observar que hay similitud en los compuestos encontrados en los aceites esenciales para las diferentes investigaciones en Schinus molle L. con propiedades antimicrobianas, antivirales, nutracéuticas, como insecticida, analgésico, antidepresiva, antisépticas (Shehata et al., 2023).   

Según la pagina web Atlas de las plantas de la medicina tradicional mexicana podríamos resumir en el siguiente cuadro los compuestos fitoquímicos de aceite esencial de las hojas y frutos. Considerando que hay una mayor concentración o cantidad los monoterpenos felandreno y pineno, y el sesquiterpeno alfa y beta-eudesmol en los aceites esenciales, es probable que sean las que contribuyan con las actividades farmacéuticas mencionas.

Fig. 4. Resumen de los compuestos identificados y actividad farmacológica 

Saber acerca de las propiedades de las plantas nos han abierto una plétora informática de compuestos nuevos que nos proporcionan numerosas oportunidades para ser utilizadas en la farmacéutica, en biotecnología, industria, agronomía, etc. Investigar a las plantas con extrema responsabilidad y cuidado aumentará nuestro abanico de posibilidades para vivir y entender procesos biológicos.   

Podría interesarte


Referencias:

Alnawari, H., Demirci, B., Hanoglu, A., Hanoglu, D., Calis, I., & Can-Baser, K. (2018). Chemical characterization of Schinus molle L. essential oils from North Cyprus. Natural Volatiles & Essential Oils 5(3): 7-12. 

EI-Nashar, H., Mostafa, N., Abd EI-Ghffar, E., Eldahshan, O. & Singab, A. (2021). The genus Schinus (Anacardiaceae): a review on phylochemicals and biological aspects. Natural Product Research 36(18): 4833-4851. 

Hanan-Alipi, A., Mondragon-Pichardo, J. & Vibrans, H. (2009)Schinus molle. En: Flora Digital Malezas de México. Consulta: 1 de agosto de 2024.

Martins, M., Arantes, S., Candeias, F., Tinoco, M. & Cruz-Morais, J. (2013). Antioxidant, antimicrobial and toxicological properties of Schinus molle L. essential oils. Journal of Ethnopharmacology 151(1):485-492.

Murrieta-Dionicio, U., Medrano-Hernández, J., Guerra-Ramírez, D. & Valle-Guadarrama, S. (2023). Composition of essential oil of Sechium molle L. leaves affected by extraction time and scale-up process.  Revista Chapingo Series Forestales y del Ambiente 29(2): 25-40 

Plants of the World (2024). Plants of the world online. Facilitated by the Royal Botanic Gardens, Kew. www.plantsoftheworldonline.org/

Ramírez-Albores, J. & Badano, E. (2013). Perspectiva histórica, sociocultural y ecológico de una invasión biológica: el caso del pirul (Schinus molle L., Anacardiaceae) en México. Revista Bioinvasiones 3(1): 4-15.
 
Shehata, M. E., El-Sherbiny, G.M., Sharaf, M.H., Kalaba, M. H. & Shaban, A. S. (2024). Phytochemical analysis, antimicrobial, antioxidant, and cytotoxicity activities of Schinus molle (L.) extracts. Biomass Conversion and Biorefinery 2024: 1-18. https://doi.org/10.1007/s13399-024-05301-1
 
De Samuel David Espinosa

lunes, 11 de abril de 2022

Complejos de plantas medicinales: el cuachalalate y dos plantas asociadas a su uso tradicional

¿Alguna vez les ha pasado que cuando compran una planta medicinal, les dan una distinta a la que esperaban? 

Este fenómeno se presenta en muchas ocasiones. A veces es porque las plantas reciben diferentes nombres comunes en las localidades en donde se usan. Tal es el caso del cuachalalate Amphipterygium adstringens (Schltdl.) Standl., que pertenece a la familia Anacardiaceae.  Su nombre común varía de acuerdo a la localidad; en Michoacán se conoce como "cuachalalate", "macerán" o "maticerán" (de la lengua tarasca matixerán) y "pacheco". También se le da el nombre de "palo de rosa", "cuacha", "chalalote", "quetchalala" (Zamudio, 2005).

Árbol de Amphipterygium adstringens (Foto: I. Castillo)

El cuachalalate es una planta endémica de México a Centroamérica, y se distribuye en la vertiente del Pacífico desde Nayarit hasta Chiapas, incluyendo la cuenca del río Balsas. Se puede encontrar en los estados de Aguascalientes, Chiapas, Colima, Durango, Guerrero, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz, Zacatecas, Honduras.

Se ha usado desde tiempos prehispánicos para el tratamiento de problemas del estómago como la gastritis, úlceras y cáncer gástrico. Tiene un efecto anti-Helicobacter pylori, la causa principal de las úlceras estomacales. Su efecto terapéutico se le atribuye a la corteza, de la cual se ha reportado la presencia de tritérpenos tetracíclicos y pentacíclicos, ácidos y aldehídos anacárdicos. Los compuestos mayoritarios son los triterpenos y fenoles de cadena larga (Navarrete, 1988; Mata et al., 1991). Su importancia es tal que por su alta demanda requiere de un control de su uso para evitar que se agote, ya que no es una especie que se cultive.

Tronco con resina, característico de la familia Anacardiaceae (Foto: I. Castillo)

Otro aspecto, aparte de las confusiones causadas por los nombres comunes variables, es que en nuestro país no se controla la calidad de plantas medicinales que se comercializan. Se puede dar la adulteración de ciertas especies que tienen una alta demanda, por otras que pueden no tener ningún efecto o ser tóxicas. Pero también puede haber otras razones. 

Linares y Bye proponen que no siempre es una adulteración malintencionada, sino que esta dinámica corresponde a lo que ellos denominan “complejos de plantas medicinales” (Linares y Bye, 1987).

Frutos y corteza de Amphipterygium adstringens (Foto: I. Castillo).

Un complejo está formado por un grupo de plantas que comparte propiedades, entre ellas, una actividad biológica parecida. Éstas pueden estar agrupadas con el mismo nombre común, porque tienen características morfológicas similares y se les atribuyen propiedades curativas parecidas. Estos complejos funcionan sustituyendo una planta “tipo” que es la más utilizada en determinado momento, ya sea por escasez o para evitar que se acabe.

Tomando en cuenta las ideas de adulteración o complejos, se han explorado dos cortezas asociadas al cuachalalate y su efecto anti-Helicobacter pylori. Una de estas es el cuachalalate blanco (Guaiacum coulteri A. Gray), que además de coincidir con su nombre común (Linares y Bye, 2008, Comunicación personal), se le atribuye un uso tradicional parecido. La otra planta es la chupandilla (Cyrtocarpa procera Kunth), la cual de acuerdo a reportes se usa para adulterar el cuachalalate (Rosas et al., 2011).

Corteza de Amphipterygium adstringens.


Corteza de Guaiacum coulteri.

Corteza de Cyrtocarpa procera.

El cuachalalate blanco es un arbusto o árbol de 1 a 12 m de altura y pertenece a la familia Zygophyllaceae. Se distribuye en la pendiente del Pacífico y el noreste de México, en los estados de Baja California Sur, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Sonora. Su corteza es de color grisáceo con textura escamosa con fondo liso y corteza interna granulosa y escamosa, su sabor es ligeramente amargo (Centeno, 2007). También se le conoce con el nombre común de "guayacán genuino","guayacán verdadero", "guayacán amarillo", "huaxaxan", "árbol santo", "palo santo" (Soto, 1987). En Oaxaca también se conoce como "hueyacán", matlacuahuitl", "soon", "yaga-na". En las hojas y tallos se ha encontrado la presencia de alcaloides.

Ejemplar de Herbario: frutos de Guaiacum coulteri.

La chupandilla es un árbol que mide entre 5 y 7 m de alto. Se encuentra ampliamente distribuido en los estados de Baja California Sur, Chiapas, Colima, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Tamaulipas y Zacatecas. Su tronco tiene corteza de color grisáceo y pertenece a la familia Anacardiaceae. Es conocida comúnmente como "coco de cerro". En Morelos se conoce como "chucum pun", su nombre en cora es "puei", también se le conoce por otros nombres como "copal", copalcojote", "tepalcojote", "chocote", "kopayocotl" (náhuatl, "ciruelo benaco"). De la corteza se han aislado e identificado β-amirina , β-sitosterol y una mezcla de ácidos grasos (Rosas et al., 2011).

Árbol de Cyrtocarpa procera.

Habla a favor de un posible “complejo cuachalalate”, y no de una adulteración, que se ha encontrado la presencia de compuestos activos en las dos cortezas que son asociadas al complejo. Tienen una distribución geográfica parecida, tradicionalmente se utiliza la misma parte de la planta (la corteza) y tienen una misma actividad biológica, por ejemplo, su actividad anti-Helicobacter pylori

Así, hay muchas plantas que pueden estar asociadas a otras y se utilizan para tratar una misma enfermedad. Aunque aún hay mucho por conocer. 

Referencias bibliográficas: 

Centeno B., L. (2007). Comparación anatómica e histoquímica de corteza y madera de guayacán del mercado de uso medicinal con Guaiacum coulteri (Zygophyllaceae) de la xiloteca MEXU. Tesis profesional, Facultad de Ciencias (Biología), Universidad Nacional Autónoma de México.104 p.

Linares, E. y Bye, R. (1987). A study of four medicinal plant complexes of Mexico and adjacent United States. Journal of Etnopharmacology 19: 153-183. 

Mata, R., Calzada, F., Navarrete, A., Del Río, F. y Delgado, G. (1991). Long-chain phenols from the bark of Amphipterygium adstringens. Journal of Ethnopharmacology 34(2-3): 147-154.

Navarrete, A. (1988). Estudio químico de plantas mexicanas usadas en medicina tradicional: constituyentes de Chenopodium graveolens Willd., Chenopodium ambrosioides L. y Amphipterygium adsdtringens Schiede ex Schlecht. Tesis de Maestría en Ciencias Químicas (Química Farmacéutica). Facultad de Química, Universidad Nacional Autónoma de México. 210 p.

Rosas A., H., Terrazas S., T., González T., M., Guzmán, Y., Soto H., M. (2011). Anti-ulcer activity of Cyrtocarpa procera analogous to that of  Amphipterygium adstringens, both assayed on the experimental gastric injury in rats. Journal of Ethnopharmacology 134(1): 67-73. 

Soto, J. (1987). Las plantas medicinales y su uso tradicional en la cuenca del río Balsas: estados de Michoacán y Guerrero, México. Tesis de Licenciatura, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México. 231 p.

Zamudio L., A. (2005). Estudio hemero-bibliográfico del cuachalalate (Amphipterygium adstringens) en forma de fitofármaco. Tesis profesional, Q. F. B. FES-Cuautitlán, Universidad Nacional Autónoma de México. 90 p.

jueves, 14 de julio de 2016

Revista Agroproductividad: caña de azúcar, frutales tropicales y factores socio-económicos

Este año revisé los números I y II de la revista de difusión científica Revista Agroproductividad. Ya se han acumulado los números, así que hoy les mencionaré brevemente los números III, IV y V.

 El tema del número tres fue la caña de azúcar. Hay artículos sobre cuestiones fitosanitarios, agronomía (como los características de la suspensión de riego antes de la cosecha, de diferentes variedades, la rentabilidad de diferentes técnicas de siembra o de la fertilización), la propagación in vitro y su certificación fitosanitaria. Contiene un artículo sobre alimentos animal fermentado (o sea, silaje) que se puede obtener a partir de tallo crudo o quemado.

El número termina con un artículo sobre la linaloe (Bursera linanoe) y la variación en sus aceites esenciales, así como otro sobre las características del aceite de la higuerilla, Ricinus communis.




Esta ilustración muestra la micropropagación de caña.



El siguiente número de la revista (IV) versa sobre frutos y frutales tropicales, como son las anonas, la guayaba, el xoconoxtle, la papaya, el jitomate, el mamey, la ciruela tropical, el nanche, el mango y el aguacate. La mayoría de los artículos analiza la variación en el grupo tratado.

Además, hay un artículo sobre cuestiones fisiológicas (evapotranspiración) del algodón en un área importante de cultivo, alrededor de Mexicali.





Estos son los frutos de varias especies de Annonaceae, una familia importante de frutales tropicales. Algunas, como la guanábana, son ampliamente conocidas, mientras otros se aprecian solo a nivel local.

Aquí vemos las características de las tres principales especies de los ciruelos tropicales.

Esta ilustración muestra la diversidad de ciruelos en dos regiones de México.

 El número V de este año, 2016, está dedicado a temas socio-económicos, principalmente. Algunos son generales, y otras sobre cultivos específicos, como el frijol, el mango o la fresa.

viernes, 30 de mayo de 2014

El delicioso chile de ciruela

En la región Tierra Caliente del Estado de Guerrero tenemos unos árboles, que a pesar de que en la mayor parte del año parecen estar secos, en los meses de abril y mayo se llenan de un fruto muy rico... las ciruelas tropicales.

Árbol de ciruela (Spondias spp.) silvestre 

Hay diferentes tipos de árboles de ciruela. En mi pueblo la gente reconoce ocho, a las que localmente llaman winguri, boja, tuyache, cungucha, mulata, poroche, amarilla y la silvestre. La silvestre es la última en madurar y es la más ácida, por lo que las mujeres la usan para un guisado muy tradicional que se llama chile de ciruela.

Se hizo un platillo importante de la región por que hace tiempo cuando la gente se dedicaba principalmente a la agricultura, a estas alturas del año las cosechas de los cultivos de la región empezaban a escasear, por lo que la recolecta de la ciruela silvestre se convirtió en un platillo de esta temporada.

Recolección del fruto de la ciruela
Les voy a compartir como elaborar el tradicional Chile de Ciruela.

Para preparar este platillo se necesitarán los siguientes ingredientes:
  • Medio kilo de ciruela verde
  • Dos chiles serranos
  • Un diente de ajo
  • Un trozo de cebolla
  • Sal al gusto
Los ingredientes son para 6 porciones

El tiempo de preparación ya con las ciruelas colectadas es de 30 minutos

Los pasos para la elaboración son los siguientes:

El fruto se puede colectar entre los meses de abril y mayo.

Ciruela para el guisado, con apariencia aún inmadura.

Se lavan las ciruelas y se ponen a cocer con un poco de agua y uno o dos chiles verdes.

Cocción de los ingredientes

Una vez cocidas, en un molcajete se debe moler un diente de ajo, el chile previamente cocido y finalmente la ciruela.

Moler en molcajete 

En seguida en una cacerola con un poco de aceite caliente, se fríe un pedazo de cebolla.

Freír cebolla

La cebolla debe quedar traslucida

Cuando la cebolla se observe translúcida, se puede agregar la ciruela molida que se encuentra en el molcajete, se sazona con sal algusto y se le pone un poco de agua para dejar hervir.

Platillo terminado de elaborar

LISTO

Se preparan unas tortillas de maíz a mano.

Tortillas de maíz a mano para acompañar

Generalmente se acompaña con una jarra de agua de limón, un pedazo de quesito fresco y a disfrutarlo... mmm

Complementos: Agua de limón, tortillas de maíz y queso fresco de rancho

Guisado servido y listo para degustar


Espero sea de su agrado como lo es para nosotros en la región de la Tierra Caliente, en el estado de Guerrero. Antes de despedirme quiero agradecer a mi mamá la Sra. Edith Regalado quien me paso la receta y la elaboró para ilustrar este trabajo, también a mi papá el Sr. Julio González que recolectó las ciruelas del platillo.

¡BUEN PROVECHO!