martes, 22 de octubre de 2024

Anuncio del VIII Congreso Latinoamericano de Etnobiología

Acaba de llegar (¡gracias, Gabriel!) el primer anuncio del VIII Congreso Latinoamericano de Etnobiología que se celebrará del 5 al 9 de mayo de 2025 en La Antigua Guatemala. Así que vayan a hacer planes y aparten el tiempo. Todavía no hay fechas para los resúmenes y registros, ni una página dedicada al congreso, así que hay que estar atento. Algunos de los sitios que publican noticias sobre el evento son:

Abajo les reproduzco la información que está disponible en el momento:

 











viernes, 18 de octubre de 2024

Tejocote: agridulce fruto de temporada

Cuando era niña recuerdo que al finalizar el mes de octubre comenzaba la temporada de tejocotes. Los tianguis y mercados se vestían de color amarillo y anaranjado porque había tejocotes de diversos tamaños y con un aroma exquisito. Antes hasta en las piñatas y los aguinaldos de las fiestas decembrinas tenían tejocotes de a montón y a muchos nos gustaba comerlos crudos, en dulce o en ponche. Ahora encontramos menos cantidad de tejocotes en los mercados y solo se consumen en ponche.

Árbol de tejocote en el Campus Montecillo del Colegio de Postgraduados, Texcoco.

Para los que no han tenido la oportunidad de alguna vez cosechar tejocotes les explicaré un poco. ¿Cómo son y de dónde vienen los tejocotes? Son árboles con espinas que pertenecen a las rosáceas y son originarios de las zonas montañosas de México. El fruto botánicamente hablando es un pomo y está disponible en otoño e invierno. Existen varias especies de tejocote en el país y en el mundo, pero la más común en México es Crataegus mexicana (también conocido con el sinónimo de Crataegus pubescens). El grupo tiene problemas considerables para separar las especies debido a su genética.

Con esta fruta se pueden preparar ates, licores, conservas, es uno de los ingredientes del ponche y postres como la "caca de loco". El tejocote tiene alto contenido de pectina que le da la consistencia espesa en las preparaciones. 
 
Ahora les voy a compartir una receta que me enseñó mi mamá. Es un rico dulce de tejocote que puede ser un postre de temporada y es muy barato.

Los ingredientes son: 
  • 500 g de tejocotes
  • 2 piezas de piloncillo pequeño
  • 3 cucharadas de azúcar 
  • ½ raja de canela 
  • 2 litros de agua
Procedimiento: 

Primero hay que lavar bien bien los tejocotes y ponerlos a hervir con un litro de agua durante 20 minutos. Después, se les quita el agua a los tejocotes y se dejan enfriar. 

Tejocotes con agua hirviendo.

Este es el momento en el que nos ensuciamos un poco las manos porque tenemos que quitar la piel y las semillas de los tejocotes. 

Nos ensuciamos un poco las manos quitándole la piel y huesos a los tejocotes.


Tejocotes listos sin piel y sin huesos.

Ya sin piel y sin semillas, es momento de poner a hervir los tejocotes con un litro de agua, canela, azúcar al gusto y los piloncillos durante 15 minutos.

Tejocotes con un poco de agua, canela y piloncillo.
Finalmente se dejan enfriar los tejocotes con el líquido para posteriormente almacenarlos en frascos y guardarlos en el refrigerador. Hay otra forma de almacenarlos para que puedas conservarlos por más tiempo pero debes tener mucho cuidado porque te puedes quemar y el frasco que utilizas te debes asegurar que soporta altas temperaturas. 

Cuando le apagas al fuego, enseguida vacías los frutos de tejocote con una cuchara en el frasco, viertes el jugo que sobró y tapas el frasco, cuidando que todo esté caliente para mantenerlo estéril. Así tienes conservas de tejocote, los puedes almacenar por más tiempo y disfrutarlos cuando tú prefieras.
 
Frasco con tejocotes listos para saborear.

Si quieres conocer más sobre los tejocotes puedes consultar:

Para saber más sobre el grupo taxonómico de los tejocotes, puedes consultar:

Hernández-Martínez, M. Á., & Núñez-Colín, C. A. (2011). La problemática en la taxonomía de los recursos genéticos de tejocote (Crataegus spp.) en México. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas 2(1): 141-153.

lunes, 7 de octubre de 2024

Cocinar a la leña, leña de varias especies

Cada vez que entro a la cocina de mi abuela, me llega el olor a humo y recuerdo que de niña solía correr en el bosque a traer leña de encino para cocinar los alimentos. Para mí, esa era la única especie que se podían quemar. ¡y resulta que estaba equivocada! 

Iba creciendo y veía en el bosque cualquier árbol o arbusto caído y, sorpresa, la gente lo recogía y se lo llevaba a casa para hacer las tortillas. Decían que salía más barato que comprar un tanque de gas. 
 
Hace algunos años, conocí en los laboratorios de tecnología de la madera de la Universidad de la Sierra Juárez en Oaxaca, a una jovencita muy inteligente llamada Elena Jiménez Mendoza y me dio curiosidad que estaba haciendo. Tenía sobre la mesa varios ejemplares vegetales. Me comentó que estaba haciendo un estudio sobre el aprovechamiento de leña en una comunidad perteneciente a la Sierra Sur de Oaxaca y que en ese momento estaba identificando las especies para cumplir con uno de sus objetivos.
 
Elena identificando especies forestales utilizadas como leña

Eso me llamó la atención, así que en esta ocasión y con el permiso de la ahora Ing. Elena, hablaré de parte de su tema de investigación. 

La leña es esencial en las comunidades rurales debido a que satisface necesidades energéticas. Incluso cuando surgen nuevas tecnologías, sigue siendo el insumo principal (Guyat et al., 2004; Vázquez et al., 2016).  
 
Uno de sus objetivos fue identificar las principales especies forestales que se utilizan como leña en el municipio de San Sebastián Coatlán, distrito de Miahuatlán, Oaxaca. Su trabajo de campo consistió en aplicar encuestas semiestructuradas a una muestra de la población de 45 familias pertenecientes a la comunidad mediante el método bola de nieve.
 
De las 45 familias encuestadas, el 40% usaba exclusivamente leña porque comentaban que al cocinar, el sabor de los alimentos era más agradable al paladar. El 60% usaban una combinación entre leña y gas L.P. (Jiménez-Mendoza, 2021). 
 
Leña lista para ser usada para calentar alimentos (foto proporcionada por Elena Jiménez)

Dentro de los resultados obtenidos, registró 12 especies que utilizan las amas de casa de la comunidad para cocinar:

Nombre común y científico de las especies utilizadas como leña (tomado de Jiménez-Mendoza, 2021)

Se observa que los ejemplares más utilizados eran el encino blanco (Quercus laurina) con un 22%, seguido del encino negro (Quercus glaucoides) con un 18% y el encino yegareche (Quercus resinosa) con un 17%. Las amas de casa argumentaron que preferían utilizar encino como combustible debido a que arde mejor y el carbón que deja al terminar de quemarse es de buena calidad, es decir, conserva una brasa duradera y fuerte, además de que la madera de este género emite poco humo (Jiménez-Mendoza, 2021).

Porcentaje de uso de las especies (Tomado de Jiménez-Mendoza , 2021)

Entonces, también aquí el género más utilizado como leña era el encino, Quercus, por sus diversas características. Pero también eran importantes otras especies como son Arbutus xalapensis, Dodonaea viscosa, Alnus jorullensis y Lippia myriocephala ya que son especies de maderas suaves y ligeras que funcionan para prender el fuego rápidamente. 


Una forma de ahorrar leña es usando estufas ahorradoras y ecológicas. Te invito a visitar el siguiente link:


Literatura citada

Guyat, M., Mercader, A. y Padrón, R. (2004). La dendroenergía: consideraciones generales. Revista Forestal Baracoa, 23(1), 129-136.

Jiménez Mendoza, E. 2021. Uso de la biomasa con fines bioenergéticos en la comunidad de San Sebastián Coatlán, Miahuatlán, Oaxaca. Tesis de Licenciatura. Universidad de la Sierra Juárez, Ixtlán de Juárez, Oaxaca. 75 pp. 

Vázquez, M., Cruz, A., Santos, C., Pérez, M., y Sangerman, D. (2016). Estufas Lorena: Uso de leña y conservación de la vegetación. Revista Mexicana de Ciencias Agricolas, 7(16), 3159-3172. 

Para saber mas del tema ya se puede consultar el artículo que recientemente fue publicado:
 
Jiménez-Mendoza, M.E., Ruiz-Aquino, F., Aquino-Vásquez, C., Santiago-García, W., Santiago-Juárez, W., Rutiaga-Quiñones, J.G., y Fuente-Carrasco, M.E. (2023.) Aprovechamiento de leña en una comunidad de la Sierra Sur de Oaxaca, México. Revista Mexicana de Ciencias Forestales, 14(76), 22-49.
 
Además, presentó su trabajo en un congreso, donde fue grabada su contribución.