Cuando era pequeño, claro hace no mucho, ¡es mentira! realmente ya tiene un par de décadas. Por las tardes cuando terminaba mis labores y tenia un poco de tiempo mi abuela me narraba un sin fin de historias, algunas relacionadas con espíritus, mal de ojo y el uso de plantas para quitar estos males.
Tenia como ocho años. Mientras jugaba encantados con los vecinos de la cuadra sufrí una caída y recibí un golpe en la rodilla derecha. Al poco tiempo se me inflamó y se generó una herida ligera. Mi abuela, al ver el problema, salió a la calle y trajo unas hojas de una planta conocida comúnmente como jarilla (figura 1), preparó una infusión con ellas y me las puso sobre el área del golpe. Y mejoró mi inflamación. ¿Inexplicable? No.
Las plantas son laboratorios químicos vivientes. Forman una gran cantidad de compuestos orgánicos, complejos que no se han logrado sintetizar en laboratorios experimentales. Estos compuestos son generados por una serie de reacciones biológicas dentro de las plantas.
El nombre científico de la planta medicinal que usó mi abuela es Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. (figura 2). La forma de vida de la planta es de tipo arbustiva (figura 3), se desarrolla o crece en lugares perturbados como en canales de riego, sobre banquetas, terrenos de siembra, al lado de caminos, etc. La planta puede llegar a medir hasta dos metros de alto, sus hojas hasta 12 cm de longitud y de ancho hasta 1.5 cm, tienen el margen ligeramente dentado. Cuenta con inflorescencias o cabezuelas pedunculadas, están dispuestas en panículas y son globulares. La flor es de color blanco o crema. Entre sus usos generales son como medicinal (hojas) y para elaborar cohetes (tallos).
Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. produce compuestos químicos naturales como flavonoides, terpenos (diterpenos), alcaloides, esteroides y antraquinonas. Esta planta se ha probado como antiparasitario contra Syphacia obvelata (Rudolphi, 1802) y Aspiculuris tetraptera (Nitzsch, 1821) en donde los extractos tuvieron una eficiencia en la reducción de estos parásitos (Salazar et al. 2007).
Propiedades de los compuestos orgánicos aislados del género Baccharis
El género Baccharis pertenece a la familia Asteraceae, tiene un poco más de 500 especies y se distribuye desde el norte hasta el sur del continente americano. El uso tradicional generalmente es medicinal para el tratamiento de ulceras, fiebre, problemas gastrointestinales e infecciones causadas por bacterias y hongos, contra salpullido y como repelente de insectos. Tiene varias propiedades de interés humano, tales como antimicrobiano, antiinflamatorio, alelopático, antidiabético y muchas otras. Ejemplo de lo anterior es que algunos estudios de extractos de Baccharis han demostrado su actividad antibacteriana contra patógenos gram-positivo Staphylococcus aureus resaltando los ácidos terpénicos (sesquiterpenos y monotorpenos) los que se encontraron con mayor concentración (Abad et al. 2013).
Los flavonoides son compuestos orgánicos producidos en diferentes organismos, como en las plantas, bacterias, hongos y en el fondo marino. Las características generales y las propiedades de los flavonoides son antiinflamatoria, antioxidante, antimutagénica y anticancerígena (Panche et al. 2016). Las moléculas de los flavonoides que contienen OH reaccionan con las especies reactivas de oxígeno que se encuentran en el organismo, también activan a enzimas antioxidantes y mitigan el estrés oxidativo. Con respecto a su actividad anticancerígena es que actúa en la modulación enzimática y receptora en la transducción de la proliferación celular cancerígena y finalmente la actividad antiinflamatoria se observa cuando los flavonoides disminuyen marcadores que producen inflamación como la proteína C reactiva, la proteína amiloidea A sérica, además de que los flavonoides tiene impacto en células inmunitarios (Safe et al. 2021).
Los terpenos también son compuestos orgánicos volátiles generalmente, que se encuentran en Baccharis como en otras plantas. Paduch et al. (2007) mencionan algunas propiedades importantes de los terpenos tales como antimicrobianas, antifúngicas, antivirales, antiinflamatorias, antiparasitarias y antihiperglucémicas. Los terpenos están constituidas por unidades de isoprenos (molécula de 5 carbonos y 8 hidrógenos) que se clasifican en hemiterpenos, monoterpenos, sesquiterpenos, diterpenos triterpenos, tetraterpenos y politerpenos hasta esteroides. Con esta cantidad de compuestos que se originan en la naturaleza, los humanos adquirimos una ventaja ante numerosos padecimientos. Un efecto de acción de los terpenos como antimicrobiana es que altera la cantidad de iones como de potasio (K+), aumentándolo extracelularmente en la membrana de las bacterias concluyendo en una baja tasa poblacional.
Determinantemente los compuestos mencionados con anterioridad en Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. cumplen de alguna forma con la acción farmacológica que las personas le han dado al usarlo.
Modo de preparación y uso
Saber qué parte de la planta y cómo se usa es demasiado importante. Por el desconocimiento de uso, preparación y forma de aplicación personas han padecido efectos secundarios por la acción de los compuestos de las plantas. Dado que la manera de la preparación y que cantidad usar de la planta es de suma importancia, es necesario que la persona que lo recomienda sepa de que esta hablando.
Primeramente debes de conseguir la planta con las hojas. Se lavan las hojas y se ponen a hervir en agua 5 minutos en medio litro, después se deja enfriar y se aplica sobre el área afectada. Finalmente se cubre con una venda por una noche y el siguiente día se cambian las hojas, haciendo el mismo proceso (figura 4). Otra forma de aplicación consiste en poner a hojas ya lavadas a entibiar en alcohol y vinagre por algunos instantes en medio litro y se aplica como en el proceso anterior.
Si tienes la oportunidad, aprende y valora el conocimiento que te dejan, abuelos, padres y tu comunidad.
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Referencias
Abad, M. J., Bedoya, L. M. & Bermejo, P. (2013). Essential oils from the Asteraceae family active against multidrug resistant bacteria. in: Kumar-Rai, M. y Volodymyrivna-Kon, K. (Eds.), Fighting multidrug resistance with herbal extracts, essential oils and their components, Academic Press. pp. 205-221. University Complutense. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-398539-2.00014-8.
Paduch, R., Kandefer-Szerszen, M., Trytek, M. & Fiedurek, J. (2007).Terpenes: substances useful in human healthcare. Archivum Immunologiae et Therapiae Experimentalis 55: 315-327. https://doi.org/10.1007/s00005-007-0039-1
Panche, A. N., Diwan, A. D. & Chandra, S. R. (2016). Flavonoids: an overview. Journal of Nutritional Science 5: e47. https://doi.org/10.1017/jns.2016.41
Salazar, W., Cárdenas, J., Núñez, M., Fernández, I.,Villegas, L., Pacheco, L. & Untiveros, G. (2007). Estudio fitoquímico y de la actividad antihelmíntica de los extractos de Euphorbia huanchahana y Baccharis salicifolia. Sociedad Química del Perú 73(3): 150-157.
Safe, S., Jayaraman, A., Chapkin, R., Howard, M., Mohankumar, K. & Shrestha, R. (2021). Flavonoids: structure function and mechanisms of action and opportunities for drug development. Korean Society of Toxicology 37: 14-162. https://doi.org/10.1007/s43188-020-00080-z
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