Recorriendo los pasillos de una tienda comercial, observé los diferentes productos cosméticos que estaban exhibiendo. Recuerdo que en la clase de Botánica Económica nos hicieron la recomendación de revisar qué contienen los productos que utilizamos. Puse atención en algo que me llamó la atención: los componentes de un rimen, ya que contiene aceite de hueso de mamey.
Arbolito de Pouteria sapota (Foto: Ana M., con permiso). |
El mamey, Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore et Stearn, es un árbol frutal y ornamental, perenne, que pertenece a la familia Sapotaceae. Se encuentra en las regiones cálidas y húmedas de México. Sus hojas son color verde oscuro, brillosas y duras, colocadas en forma de abanico en las puntas de las ramas (Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana). Sus flores son solitarias, tienen un cáliz verde con numerosos sépalos obtusos.
Puesto de mamey. |
Su nombre común varía de acuerdo a la localidad, se le conoce como “mamey colorado”, “zapote”, “zapote mamey”; en Oaxaca “ka’ ak pool”; en Puebla “lisuku haka” en totonaco, “chichiltzapot”, “cuauhzapot”, “jaca”, “jaka”; en Quintana Roo “choch” en maya.
Los frutos son bayas que llegan a medir 20 centímetros, de forma ovoide, con una cáscara rojiza y de textura áspera. El mesocarpio es carnoso y tiene un sabor dulce, de color naranja a rojizo.
La parte principal usada es la pulpa del fruto. Contiene cantidades considerables de carotenoides y compuestos fenólicos (Alia T. et al., 2005). Además, contiene fibra, hierro, calcio, proteínas, sodio, vitaminas y carbohidratos, como fuente de energía (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, 27 de noviembre de 2020).
Fruto de Pouteria sapota. |
Existen evidencias de que las vitaminas (E y C) y el β-caroteno contribuyen en la disminución de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y cuentan con una actividad antiinflamatoria (Rice y Miller, 1995).
Por todas estas propiedades de su pulpa, el mamey tiene una alta demanda. Es un alimento con muchas ventajas nutricionales y se integra a diversos postres como batidos, jaleas, helados, pastas y conservas (Beristain et al., 2006).
Batido de mamey. |
Sin embargo, hay otra parte de esta fruta que tiene importancia porque produce un aceite interesante con usos alimenticios y cosméticos: la semilla. Es de color negro a café oscuro, grasosa y con un olor particular a almendra; un fruto puede tener entre 1 y 4 semillas (Morton, 1987). El embrión carece de endospermo, los dos cotiledones son desarrollados y oleaginosos.
En algunos estados como Morelos, Puebla y Tlaxcala, se le atribuye propiedades contra la caída de cabello, es el uso tradicional más común de esta planta. También forma espuma al jabonar y se usa para embellecer el cabello de las mujeres y contra la caspa (Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional). Otro usos que se le da son en la industria cosmética, en la ganadería y como una fuente alterna de biocombustible (Lino, 2018-2019). Finalmente, se usa en alimentos, como el conocido tejate.
Semilla del fruto de mamey. |
De acuerdo con los estudios, de la semilla se obtiene un aceite rico en vitaminas (A, B1, B3 y C), minerales (calcio, magnesio y potasio) y ácidos grasos. También se reporta su contenido de ácidos grasos saturados, monoinsaturados (oleico y palmitoleico) y poliinsaturados, como el linoleico (Laiz et al., 2009).
Dadas estas propiedades, se utiliza el aceite de hueso de mamey en la cosmética natural, como suavizante e hidratante de la piel. Su contenido de carotenos le confiere la propiedad de captador de radicales libres (Gómez et al., 2012).
De forma tradicional se usa como materia prima para la elaboración de champú, acondicionador de cabello maltratado, reseco y sin cuerpo; para productos de belleza, mascarillas faciales y rimen para las pestañas.
Mascaras para pestañas con aceite de mamey. |
El método empleado para obtener el aceite del hueso inicia con la recolección de la semilla; sigue el molido que facilita la liberación del aceite de su interior. Luego se acondiciona para que se genere una pasta que pasa por una prensa en la que se separa el aceite. Finalmente se filtra para que se retiren las impurezas del aceite y se enfría para ser almacenado (Tabio et al., 2017).
Entonces, con todos estos datos, podemos conocer acerca de las propiedades del aceite de mamey. Si quieren saber como obtener aceite dejo este vídeo de una forma casera de obtenerlo.
Referencias
Alia T., I., Soto H., R. M., Colinas L., M. T. y Martínez D., M. T. (2005). Análisis preeliminar de carotenoides y compuestos fenólicos en frutos de zapote mamey (Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore et Stearn). Revista Chapingo Serie Horticultura 11 (2): 225-231.
Beristain, C. I., Cruz S., F., Lobato C., C., Pedroza I., R., Rodríguez H., M. E., y Verde C., J. R. (2006). Aplications of soluble dietary fibers in beverages. Revista Mexicana de Ingeniería Química 5 (1): 81-89.
Gómez J., R., Nieto Á.,D., Téliz O., D., Mora A., A., Nava D., C., Martínez D., M. T. y Vargas H. M. (2012). Manejo postcosecha de zapote mamey (Pouteria sapota (Jacq.) H. E. Moore and Stearn) y su impacto en la calidad de la fruta. Revista Chapingo Serie Horticultura 18 (2): 253-262.
Laiz S., J. C., Tovar M., R., Durán-de-Bazúa, M. C., y Solís F., J. A. (2009). Aprovechamiento de residuos agroindustriales: Producción de biodiesel por transesterificación alcalina de aceite crudo de “almendras” de zapote mamey (Pouteria sapota). Tecnología, Ciencia, Educación, 24 (1): 48-56.
Lino A., M. B. y Lino A., M. I. (2018-2019). Obtención de aceite a partir de la semilla de zapote mamey (Pouteria sapota) para su uso como biocombustible. Tesis de grado. Universidad de Guayaquil, Facultad de Ingeniería Química. Guayaquil-Ecuador.
Morton, J. (1987). Fruits of warm climates. Autopublicado. Miami, FL.
Rice E., C. y Miller, N. J. (1995). Antioxidants-The case for fruit and vegetables in the diet. British Food Journal 97 (9): 35.
Tabio G., D., Díaz D., Y., Rondón M., M., Fernández S., E., y Piloto R., R. (2017). Extracción de aceites de origen vegetal. Universidad Tecnológica de la Habana “José Antonio Echeverría”. La Habana. ISBN: 978-959-261-553-3
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