Les voy a platicar una parte de lo que trabaje durante la maestría, que es cuando retome el tema. Precisamente se trata de la fitorremediación. ¿Qué es eso? Se trata de una tecnología que consiste en utilizar plantas para limpiar suelos, sedimentos y aguas contaminados (Zhu et al., 2010). Fito proviene del griego phyton que quiere decir planta y remediación se trata de dar un remedio a los áreas contaminados.
Mecanismo mediante los cuales las plantas actúan en la limpieza de suelos durante la fitorremediación (Fuente: Tesis). |
- Existen plantas capaces de absorber los contaminantes y acumularlos en hojas, tallos, raíces (fitoextracción).
- Algunas permiten estabilizar el contaminantes evitando que se movilice (fitoestabilización).
- Otras plantas son capaces de absorber el contaminante y liberarlo mediante la transpiración (fitovolatilización).
- En algunos casos las plantas pueden metabolizar el contaminante y transformarlo a una forma menos tóxica (fitodegradación).
- Finalmente, algunas plantas lo que hacen es liberar exudados que promueven el desarrollo de otros microorganismos que ayudan a transformar los contaminantes (fitoestimulación) (Saier y Trevors, 2010).
El suelo está formado por minerales, materia orgánica, y miles de organismos minúsculos que llamaremos microorganismos; claro, además de agua y aire. Los microorganismos son muy importantes en el suelo ya que muchos de éstos fijan nitrógeno, fósforo y carbono al suelo, además de mantener el balance orgánico. Muchos microorganismos interactúan con las plantas proporcionándoles beneficios al suelo y a la planta. Es por ésto que los microorganismos también juegan un papel importante en la fitorremediación.
El suelo se puede contaminar con diferentes compuestos. En mi tesis de maestría en el Colegio de Postgraduados trabajé con compuestos orgánicos, específicamente, con los hidrocarburos policíclicos aromáticos, que son moléculas formadas por anillos aromáticos o también conocidos como bencenos. La estructura química del benceno se identifica por ser un hexágono con un círculo dentro; está formado por 6 carbonos unidos cíclicamente, comparten un doble enlace que está cambiando de lugar constantemente por lo que se forma una nube de electrones; esta peculiaridad hace que se volatilicen con facilidad y generen aromas. Los hidrocarburos policíclicos aromáticos pueden estar formando por dos o más bencenos; son productos de la combustión incompleta de la materia orgánica, petróleo y tabaco. Pueden ser incorporados al ambiente por emisiones de volcanes, incendios, descargas industriales, derrames de petróleo y sus derivados. Son casos comunes en nuestro querido México.
Fenantreno (Fuente: ATSDR, 1995) |
La germinación se ha utilizado para saber si la planta va a poder desarrollarse en ambientes contaminados. Una parte de la investigación durante la maestría fue observar si Leucaena leucocephala, una de los varios árboles llamados guaje, era capaz de germinar ante diferentes concentraciones de fenantreno (60, 80 y 100 ppm).
Leucaena leucocephala en su hábito natural, vaina e inflorescencia (Imagen de H. Vibrans, malezas de México) |
Es un árbol que crece rápido, llega a vivir hasta 50 años. Es de los árboles de leguminosas más cultivados a nivel mundial; se utiliza para muchas cosas como cerca viva, leña, alimento para ganado (hojas y frutos), materia orgánica, algunas personas se llegan a comer las hojas como quelites, las vainas también son comestibles y son ricas en vitamina A y proteínas. Es utilizada para producir aceites esenciales, pulpa para papel, se puede hacer joyería con las semillas (Sethi y Kulkarni, 1995; Zárate, 1987).
Nódulos de Leucaena leucocephala, para que la fabrica sea activa el nódulo debe ser color rojo en su interior gracias a una sustancia llamada Leghemoglobina. |
Otra parte de la investigación consistió en estudiar si la inoculación (aplicación) de R. tropici toleraba las concentraciones de fenantreno, y si era favorable para la germinación. Los resultados fueron bastante interesantes, trataré de enfocarme en los relevantes.
Porcentaje de germinación de semillas de Leucaena leucocephala inoculadas o no con Rhizobium tropici y por la aplicación de tres concentraciones de fenantreno. El asterisco (*) indica que existen diferencias estadísticas significativas en el porcentaje de germinación entre tratamientos con y sin inoculación. Abreviaciones: 0= sin fenantreno, F60, F80 y F100= aplicación de fenantreno a 60, 80 y 100 ppm. |
Una imagen dice más que mil palabras: les muestro una imagen de los efectos del fenantreno y R. tropici en las semillas ya germinadas. El fenantreno a concentraciones mayores a 60 ppm tuvo efectos tóxicos, causó manchas cafés en los cotiledones, que son las primeras hojas que tendrá la plántula. Estos son puntos de células muertas que debido a la acumulación de fenantreno causan un estrés acelerado en la zona, ocasionando la muerte celular (Alkio et al., 2005). Esta muerte celular es una manera de aislar un problema sin que pueda avanzar a toda la planta.
Por otra parte, se puede observar que R. tropici promovió la aparición de pelos radiculares que se observan dentro de los círculos blancos a pesar de las concentraciones de fenantreno. Su presencia accelera la división celular de la raíz y la proliferación de los pelos radicales (Miransari and Smith, 2009). La presencia de pelos radiculares le ayuda a la planta a absorber más agua y nutrientes, los podemos identificar como pelos de la raíz principal.
Efectos en la longitud y peso de la raíz de Leucaena leucocephala por la aplicación de fenantreno e inoculación con Rhizobium tropici. |
Actividad antioxidante total en la raíz de Leucaena leucocephala por la aplicación de fenantreno y la inoculación con Rhizobium tropici. |
¿Y todo esto que nos dice?
Con estos resultados se puede concluir que R. tropici ayudó a atenuar los efectos del fenantreno a 60 ppm, debido a que incrementó la actividad antioxidante ayudando a que las células de L. leucocephala estuvieran prevenidas y pudieran tolerar los efectos del fenantreno.
Es definitivo que a R. topici no le gustan concentraciones mayores de fenantreno, por lo que se le dificultó hacer equipo (simbiosis) con la planta, y no le puede ayudar a reducir los efectos del fenantreno a concentraciones mayores a 60 ppm.
Estos resultados demuestran la importancia que tiene utilizar plantas tienen simbiosis con microorganismos y que ambos sean tolerantes al contaminante, para que juntos realicen la fitorremediación con mayor facilidad.
Definitivamente L. leucocephala se puede utilizar para remediar suelos contaminados con fenantreno, aun que es posible que uno de sus equipos no lleguen a tolerar las mismas concentraciones que la planta.
Si quieres saber más sobre este trabajo, puedes leer mi tesis: "Respuestas de Leucaena leucocephala en simbiosis con Rhizobium y/o micorriza en diferentes etapas de desarrollo durante la fitorremediación de fenantreno".
Literatura citada y para leer más
Alkio, M., Tabuchi, T.M., Wang, X. y Colón-Carmona, A. (2005) Stress responses to polycyclic aromatic hydrocarbons in Arabidopsis include growth inhibition and hypersensitive response-like symptoms. Journal of Experimental Botany 56: 2983-2994.
Atlas de histología vegetal y animal. (2019). La célula, ampliaciones. La pared celular. Departamento de Biología Funcional y Ciencias de la Salud. Facultad de Biología. Universidad de Vigo. España.
ATSDR (Agency for Toxic Substances and Disease Registry) (1995) U.S. Department of Health and Human Services, Public Health Service. Toxicological Profile for Polycyclic Aromatic Hydrocarbons. Atlanta, Georgia, USA.
Calvo-García, S. (2004). Bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno. Gran Enciclopedia Universal. Madrid, España.
Cervantes Flores, M.A. (2019). Microorganismos del suelo beneficiosos para los cultivos. InfoArgo. Madrid, España.
Ferrera-Cerrato, R., Alarcón, A., Mendoza-López, M.R. Sangabriel, W., Trejo-Aguilar, D., Cruz-Sánchez, J.S., López-Ortiz, C. y Delgadillo-Martínez, J. (2007). Fitorremediación de un suelo contaminado con combustóleo usando Phaseolus coccineus y fertilización orgánica e inorgánica. Agrociencia 41(8): 815-826.
Klaassen, P. (2018). Raíces y pelos radiculares. CANNA. España.
Mastandrea, C., Chichizola, C., Ludueña, B., Sánchez, H., Álvarez, H. y Gutiérrez, A. (2005). Hidrocarburos aromáticos policíclicos. Riesgos para la salud y marcadores biológicos. Acta Bioquímica Clínica Latinoamerica 39(1):27-36.
Mayor Oxilia, R. (2010). Estrés oxidativo y sistema de defensa antioxidante. Revista do Instituto de Medicina Tropical de Sao Pablo 5(2): 23-29.
Miransari M. y Smith D. (2009) Rhizobial lipo-chitooligosaccharides and giberellins enhance barley (Hordeum vulgare L.) seed germination. Biotechnology 8: 270-275.
Morrison, R.T. y Boyd, R.N. (1998). Química Orgánica. 5ta ed. Ed. Addison Wesley Longman de México. México, D.F. pp 469-483.
Pizarro, J. (2015). La fitorremediación: plantas para tratar la contaminación ambiental. La Opinión. Agriculturers. Red de Especialistas en Agricultura. Chile.
Rojas-Chávez, S. y Vibrans, H. (ed.) (2011). Malezas de México. Leucaena leucocephala. CONABIO, México.
Saier, M.H. y Trevors J.T. (2010). Phytoremediation. Water, Air, and Soil Pollution 205: S61-S63.
Sethi, P. y Kulkarni, P.P. (1995). Leucaena leucocephala: A nutrition profile. Food and Nutrition Bulletin. 16:94.
Zárate S. (1987). Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit subsp. glabrata (Rose). Phytology 63: 304-306.
Zhu K., Chen H. y Nan Z. (2010). Phytoremediation of loess soil contaminated by organic compounds. Application of Phytotechnologies for Cleanup of Industrial, Agricultural, and Wastewater Contamination 159-176.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario