La convivencia entre estos seres me permite idear historias cortas cuando viajo al campo.
Así comenzó la historia que cuenta Don Eleuterio, un viejecito que vive en una cabaña, a la orilla de un bosque, y la historia es acerca del mismísimo Don Eleuterio, un burro y una tecolota.
Esta es la casita de Don Eleuterio |
Él se dedicaba a la colecta de leña, y a la elaboración de carbón que vendía los domingos en el mercado del pueblo.
Pero vivía solo, su único compañante era su burro Pancho, que le ayudaba a acarrear agua del arroyo, y la leña o el carbón que debía bajar del bosque.
¡Y claro¡ Don Eleuterio mantenía a Pancho bien alimentado y bien consentido, pues le daba de comer lo que mas le gustaba al burrito, los quelites.
Este es Pancho, el único acompañante de Don Eleuterio (foto de Heike Vibrans) |
Además de que trabajaban semana inglesa, y descansaban sábado y domingo.
Un día, se les hizo de noche, y el Pancho no quería bajar de la loma porque estaba muy asustado, y el pobre de Don Eleuterio ya no sabía como convencerlo de que bajaran para irse a descansar.
Le hablaba y le explicaba una y otra vez que debían bajar, cuando de repente:
¡El Pancho que le contesta¡
"Pues no bajo y no bajo." Y el pobre Don Ele (así le llamaremos de aquí en adelante) se quedó perplejo, ¡Pues no sabía que él entendía el lenguaje burro¡
Y que sigue hablando el mentado Pancho y dijo:
"Y a tí, Don Ele, es al que menos le conviene que bajemos ahora"
"Y porque dices eso, no ves que ya es re tarde y nos pueden salir las brujas"
"Pues prefiero encontrar a las brujas que al tecolote. No ves que si el tecolote canta, el indio muere"
En eso estaban, cuando van escuchando un sonido:¡Huu Huu Huu Huu¡ que venía de lo alto de un árbol, y que grita el burro Pancho - digo rebuzna:
"Ya sácate de aquí tecolote, no anuncies la partida de don Ele, que aún tiene muchos años por vivir"
A lo que el tecolote, que era hembra, y se llamaba Adela, le reponde:
"Pero si no vengo por Don Ele, vengo por tí, porque como estás tan consentido, ya pareces humano."
Entonces que sale don Ele en defensa de su burro y dice: "Ay no tecolotita, no ves que si te llevas a mi burro, no tendré quien me acompañe y me ayude en mis labores"
Además, recordemos que el burro Pancho era su único acompañante, pues don Ele ya era viudo, y sus hijos y nietos casi ni lo visitaban. Y como la tecolota Adela estaba enterada de todo, de inmediato supo que Don Ele, en efecto, solo tenía a su burro.
Y decidió irse lejos, no sin antes pasar al Mictlan, a avisar a los Dioses, que no había encontrado al burro Pancho, ni a don Ele, y que mejor lo dejaba para otra ocasión.
Y así vivieron muchos años más, Don Ele, y Pancho, su burro. Y la tecolota Adela, que de vez en cuando los visitaba, les recordaba:
Que un día se les acabaría el tiempo en la tierra, y que cuando ese día llegase, debían estar preparados y contentos porque la vida en el cielo es mas divertida y descansada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario